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Valia L. Venegas-Mejía, José Esquivel-Grados, Manuel T. Gonzales-Benites y Yamandú Altamirano-Julca
Validez y conabilidad en investigaciones en ciencias sociales y políticas. Análisis comparativo en los
enfoques cuantitativo, cualitativo y mixto
de obtener los mismos resultados con un instrumento de investigación si
la medición se repite bajo las mismas condiciones (Hernández-Sampieri
& Mendoza, 2024). Una medición conable es reproducible y produce
resultados similares, minimizando los errores aleatorios y asegurando
que los hallazgos sean ables y no producto del azar; pero, el instrumento
de medición tiene que medir realmente lo que pretende medir, o sea, ser
válido, lo que asegura que se cumpla el propósito para el cual fue diseñado,
asegurando que los datos conseguidos sean exactos y ajenos a sesgos. En
síntesis, como destaca Martínez Miguélez (2006), la conabilidad indica
que, si se repite la investigación en condiciones similares a la primera, debe
obtenerse también resultados similares.
Un instrumento conable y válido contribuye con el rigor cientíco y
la calidad de la investigación, ya que certica que los datos recogidos son
precisos y merecedores de conanza para obtener los resultados de calidad.
Como reere Lorenzini et al. (2024), el uso de instrumentos orientados hacia
los objetivos de la investigación son recursos para lograr la conabilidad,
los que deben ser validados previo a su aplicación. Sobre el instrumento
de recojo de datos, Tarrillo et al. (2024) destacan precisamente que debe
ser de calidad, válido y conable, para garantizar que con las mediciones
efectuadas o las respuestas logradas se obtengan datos que gocen de
precisión y consistencia.
Objetividad. Además de la validez y conabilidad referidas, la
objetividad, es otro elemento del rigor cientíco y está referido al hecho
de minimizar el sesgo del investigador durante el proceso de investigación,
desde el recojo de datos hasta el respectivo análisis e interpretación; es
decir, el investigador debe tener un desempeño imparcial a n de asegurar
que el procesamiento de los datos y la interpretación de resultados no
sean inuenciadas por creencias o expectativas del investigador. Para el
enfoque cuantitativo, la objetividad constituye la única manera de lograr
el conocimiento, por lo que usa la medición exhaustiva y controlada para
alcanzar la certeza. Por ejemplo, en los estudios en ciencias políticas, la
objetividad es fundamental para garantizar que el análisis de fenómenos
como el poder, la corrupción, la representación o la participación ciudadana
se realicen bajo criterios de neutralidad metodológica y transparencia ética.
En ese sentido, Lorenzini et al. (2024), destacan que en un momento
oportuno se debe aplicar para el recojo de datos el tipo de cuestionario
autocompletado (o autoadministrado), que es un instrumento diseñado
para que el participante lo llene por sí mismo, sin la intervención directa
de un investigador y en el caso de estudios experimentales se debe recurrir
al enmascaramiento (o cegamiento), que constituye una estrategia que
permite encubrir la información respecto de la asignación de los sujetos
a los grupos de tratamiento o de control, con el propósito de disminuir o
descartar el sesgo.