Volumen 34 No. 4 (Octubre-Diciembre) 2025, pp. 173-193

ISSN 1315-0006. Depósito legal pp 199202zu44

DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.16950519

El cuento como estrategia pedagógica para el afianzamiento de las competencias emocionales

Deyanira Godoy Triana* y José Eriberto Cifuentes**

Resumen

Este artículo presenta los resultados de una investigación cualitativa con enfoque de investigación-acción, realizada con estudiantes de grado quinto en la Institución Educativa Escuela Normal Superior de San Mateo (Boyacá, Colombia). El propósito central fue fortalecer las competencias emocionales de los estudiantes mediante el uso del cuento como estrategia pedagógica. La metodología se desarrolló en tres fases: diagnóstico, intervención y reflexión, utilizando como instrumentos la entrevista semiestructurada, la observación directa, los diarios de campo y secuencias didácticas diseñadas en torno al manejo de emociones básicas como la alegría, la tristeza, la ira, el miedo y el desagrado. Los hallazgos muestran avances importantes en aspectos como la autorregulación emocional, la empatía y el trabajo colaborativo. Además, se evidencia que el cuento facilita la expresión de emociones, la identificación con los personajes y la construcción de ambientes escolares más armónicos. Se concluye que la literatura infantil es una herramienta didáctica valiosa para promover el desarrollo de la inteligencia emocional en los estudiantes de educación básica primaria

Palabras clave: Cuento; Estrategia pedagógica; Competencias emocionales; Educación emocional; Literatura infantil

Universidad Pedagógica y Tecnológica. Tunja, Colombia. ORCID: 0009-0001-2647-0727

E-mail: deyanira.godoy@uptc.edu.co

Universidad Pedagógica y Tecnológica. Tunja, Colombia. ORCID: 0000-0001-5702-620X

E-mail: joseeriberto.cifuentes@uptc.edu.co

Recibido: 28/05/2025 Aceptado: 21/07/2025

The story as a pedagogical strategy for strengthening emotional competencies

Abstract

This article presents the findings of a qualitative action-research study conducted with fifth-grade students at the Escuela Normal Superior de San Mateo in Boyacá, Colombia. The study aimed to strengthen students’ emotional competencies through storytelling as a pedagogical strategy. The research process was structured in three phases: diagnosis, intervention, and reflection. Data collection involved semi-structured interviews, direct classroom observation, field journals, and didactic sequences focused on the understanding and management of basic emotions (joy, sadness, anger, fear, and disgust). The results reveal notable improvements in students’ emotional self-regulation, empathy, and collaborative skills. Storytelling emerged as an effective educational tool, enhancing emotional expression, encouraging identification with literary characters, and contributing to a more positive and harmonious classroom environment. The study concludes that children’s literature is a powerful resource for developing emotional intelligence in primary education.

Keywords: Storytelling; Pedagogical strategy; Emotional competencies; Emotional education; Children’s literature

Introducción

La escuela, es el lugar donde el trabajo formativo contribuye a crear espacios donde los estudiantes conocen acerca del análisis, la argumentación, la comprensión e interpretación de sus acciones e ideas en cualquier ámbito social, generando una asimilación de situaciones un tanto mecánicas en cuanto a contenidos, pero en algunos casos se dejan de lado, los sentimientos y las relaciones interpersonales. Perkins plantea “tres metas: la retención, la comprensión y el uso activo del conocimiento; la expresión que engloba a estas, es el conocimiento generador, su propósito es el de ser un conocimiento no acumulativo sino actuado, a través del cual se enriquezca la vida de las personas y se les ayude a comprender el mundo y a desenvolverse en él”. (2001, 18)

Para Echavarría:

“la escuela es un espacio de interacción, construcción y desarrollo de potencialidades necesarias para la comprensión del mundo, sus relaciones y sus posibles transformaciones” esta investigación guarda una correlación desde la búsqueda de una estrategia que contribuya a lograr estos procesos como el autor señala en busca de “una intención formadora que pone sus esfuerzos en hacer que lo aprendido sea significativo y transformador del actuar humano, que perfila una escuela que en sí misma propone una comprensión del mundo, de sus relaciones y de las estructuras más adecuadas para vivir humanamente”. (2003, 4)

En los contextos escolares actuales, es cada vez más evidente la presencia de situaciones que afectan el bienestar emocional de los estudiantes de básica primaria. Entre ellas se destacan la desmotivación, los conflictos interpersonales frecuentes y una limitada capacidad de autorregulación emocional. Estas dificultades no solo afectan la convivencia dentro del aula, sino que también impactan negativamente el rendimiento académico. Esta realidad, observada en diferentes escenarios educativos, plantea la necesidad de abordar la formación estudiantil no solo desde el plano cognitivo, sino también desde el desarrollo emocional, entendido como parte fundamental del crecimiento integral de los niños y niñas.

En el caso específico de la Institución Educativa Escuela Normal Superior de San Mateo, ubicada en Boyacá, se ha identificado que los estudiantes de grado quinto presentan una escasa oferta de experiencias pedagógicas orientadas a fortalecer sus competencias emocionales. Esto se refleja en episodios reiterados de agresividad, apatía frente al trabajo escolar y dificultades para interactuar colaborativamente con sus compañeros.

Frente a este panorama, la presente investigación se plantea como objetivo explorar el uso del cuento como estrategia pedagógica para potenciar las competencias emocionales en estos estudiantes. Se parte de la premisa de que la literatura infantil, y en particular el cuento, puede funcionar como un medio poderoso para ayudar a los niños a identificar, comprender y gestionar sus emociones, así como las de los demás. Al tratarse de un recurso simbólico y narrativo, el cuento favorece la empatía, la proyección emocional y la reflexión personal, permitiendo que los estudiantes se reconozcan en las experiencias de los personajes y se conecten con los conflictos que enfrentan.

De acuerdo con el Ministerio de Educación Nacional (MEN, 2004), las competencias ciudadanas que incluyen las competencias emocionales buscan formar personas capaces de resolver conflictos interpersonales y sociales con justicia, empatía y creatividad, apoyándose en sus habilidades cognitivas, afectivas y comunicativas. Dentro de estas, las competencias emocionales se entienden como aquellas habilidades que permiten reconocer y gestionar de manera constructiva las emociones propias y ajenas, promoviendo actitudes como la empatía, la autorregulación y la expresión emocional adecuada.

Sin embargo, estas habilidades aún no se integran de forma sistemática en los planes de estudio de muchas instituciones. Aunque existen esfuerzos por transversalizar las competencias ciudadanas, su apropiación en las prácticas educativas diarias sigue siendo limitada. Ante esta realidad, el cuento se propone como una alternativa pedagógica efectiva, ya que permite abordar los aspectos emocionales de manera lúdica, reflexiva y significativa. Como lo afirma Goleman (1996), el desarrollo de la inteligencia emocional durante la infancia es clave para construir ambientes escolares saludables para el aprendizaje.

Por ello, esta investigación plantea una propuesta de intervención educativa que utiliza el cuento como recurso didáctico para fortalecer las competencias emocionales en estudiantes de quinto grado. La propuesta se enmarca dentro de un enfoque cualitativo y se estructura desde la metodología de investigación-acción, buscando transformar las dinámicas emocionales en el aula mediante el diseño, la implementación y la evaluación de secuencias didácticas centradas en la educación emocional.

Según Chomsky (1965) el ser humano tiene la capacidad de producir y comprender, potencialmente, oraciones con una cantidad finita de elementos, menciona el cómo todos los seres humanos tenemos una capacidad lingüística que nos permite crear enunciados o comunicarnos, y que esta capacidad es la que nos diferencia de otras especies, la adquisición del lenguaje no consiste en un aprendizaje pasivo, sino que consiste en el desarrollo autónomo de una capacidad genética, propia de la especie humana, que «es una expresión de los genes» (Beorlegui, 2006), se toma en cuenta debido a lo relevante en cuanto refiere al hecho de como los niños pueden comunicarse a través de la creación de los cuentos ya sea de manera oral o escrita.

Una historia bien desarrollada puede infundir interés sobre cualquier tema, proporcionar alegría, diversión y entretenimiento, el cuento pertenece al discurso narrativo, siendo necesario las habilidades para organizar sucesos frente a un hilo conductor, manejo de relaciones causa y efecto, habilidades lingüísticas como sintaxis, variedad léxica en especial verbos, por tano un buen relato ayuda al niño a acercarse al mundo desde su aula conocer acerca de las distintas situaciones de otros generando empatía (Fernández Seron, 2010).

La investigación está guiada hacia un trabajo transversal utilizando el cuento como recurso educativo siendo una herramienta útil que permite fomentar la integración con sus pares y maestros de una manera más natural, dentro de las cualidades de este está la facilidad de utilización como juego de roles, presentación de títeres, socializaciones, dinámicas, lluvia de ideas, expresión artística, creaciones literarias entre otros. Este ejercicio investigativo dio a conocer que la educación debe estar abierta a cambios que generen reformas que ayuden formen un proceso formativo para la vida.

Como justificación se destaca la importancia del fortalecimiento de las competencias emocionales dentro de los procesos escolares brindando una gran ayuda en cuanto a la convivencia y el trabajo en equipo, da relevancia a la necesidad de desarrollar en los niños la inteligencia emocional ya que de esta se derivan las demás inteligencias, un niño seguro de sí mismo y tranquilo puede desenvolverse de manera más adecuada, es por tanto un deber del profesorado propender los recursos y estrategias para su consecución.

Por tanto, surge la necesidad de fortalecer las competencias emocionales propuestas anteriormente logrando así un ambiente armónico que garantice de tal manera la sana convivencia derivando en un aprendizaje óptimo y significativo, pues de tal manera los niños que expresen de manera asertiva sus emociones pueden comunicar lo que sienten, ser más empáticos logrando un mejor trabajo en equipo y socialización indispensable para su proceso escolar y de vida.

El trabajo con niños siempre representa retos en cuanto a fortalecer en ellos algo que no está completamente específico en su cotidianidad, o aquello que normalmente pasa desapercibido, empatizar con ellos y fortalecer sus competencias emocionales logrando niños más empáticos y seguros de sí mismos, es un resultado satisfactorio; la finalidad del proceso investigativo se dirige al poder apoyar con estrategias que los docentes cooperadores utilicen con los estudiantes de la institución, además de un llamado a revisar los currículos escolares y comenzar a dar una relevancia necesaria al tema de lo emocional en los niños, para así contribuir al mejoramiento de sus relaciones interpersonales dentro y fuera del aula.

El cuento condesciende trabajar de forma interdisciplinar enfocado hacia el fortalecimiento de las competencias emocionales en los niños presentado desde distintas formas como: la dramatización, el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, lectura participativa, juego de roles, análisis de lecturas y videos entre otros, de esta manera se logra despertar el interés del estudiante, fomentando la participación en las actividades propuestas, siendo más fácil aprender aquello que no les llama la atención además si el estudiante reconoce lo que siente será más eficiente su proceso de enseñanza siendo así un creador de su propio conocimiento y reconociendo a sus pares como coadyuvantes en el proceso. En el fortalecimiento de las emociones en el ámbito educativo se ha de buscar la manera de ambientar la convivencia escolar por medio del entendimiento de estas, ya que es de vital importancia que el niño comprenda lo que siente y así facilite su proceso escolar, todo esto puede lograrse a través del cuento como vía para su comprensión.

Se promueve el cuento como estrategia, ya que este como recurso educativo puede ser una herramienta muy útil para trabajar diversas áreas, pensado en trabajar la adquisición de conocimiento y a su vez el reconocimiento y manejo de sus emociones a partir del punto base que es el lenguaje, ya que la mayoría del conocimiento es adquirido por medio de éste; el cuento es una herramienta valiosa para trabajar ya que la mayoría de los niños usan su imaginación para desarrollar las diferentes actividades escolares, un elemento muy importante a la hora de enseñar es la comunicación y es posible a través del cuento.

Para una comunicación asertiva conviene reconocer la empatía, por tanto el cuento le permite al niño identificarse con los personajes o sus acciones y esto contribuye a que si este es del agrado de los niños, estos querrán conversar acerca de los hechos o de los lugares que allí se nombren, esto sirve de tal manera que el estudiante interactúa con sus pares y con su maestro siendo de tal modo un aprendizaje más significativo, que no sería de otro modo si este fuese memorístico, cognitivo o únicamente teórico, se resalta el uso del cuento ya que una de las cualidades de esta estrategia es la facilidad de acceso y orientación a partir de diferentes

Dentro de esta fundamentación se evidencia gran cantidad de estudios e investigaciones donde se brinda una gran relevancia a la influencia del tema emocional dentro del proceso educativo y el desarrollo óptimo de su convivencia, además de la utilización del cuento como recurso para la enseñanza. Como señala López Cassa: “la importancia de la educación emocional en los primeros años de escolaridad jugando un papel relevante en la construcción de nuestra personalidad e interacción social, y la importancia de la escuela como un ámbito más de conocimiento y de experiencias en el que se desarrollan las emociones”. (2005, 154).

Se debe dar un salto hacia el futuro, buscando dejar de lado la escuela tradicional ya que al día de hoy el pensamiento de los niños es muy diferente a como pensaban hace 30 años, con el avance de las nuevas tecnologías, ya no se limita al niño en su aprendizaje, ya que este es más abierto a su entorno, es más curioso, y quiere obtener respuestas a sus preguntas, de este modo la educación debe evolucionar a la par con el contexto, llevar más al aula el manejo emocional, pues varias situaciones de deserción escolar o comportamientos inadecuados tiene más que ver con emociones negativas como la apatía, el estrés o la depresión, esta situación combinada con un grupo de niños realizando su transición a adolescentes es sin duda un tema que genera preocupación.

El fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, (UNICEF) en su libro Tiempo de crecer” aconseja que junto con fortalecer las capacidades de los niños y niñas es importante enseñarles a convivir, a llevarse bien con los demás, es decir, que se formen con valores que facilitan la convivencia, como son la amistad, la solidaridad, la generosidad, la honestidad y el optimismo, un niño seguro de sí mismo y tranquilo puede desenvolverse de manera más adecuada”, siguiendo esta premisa se hace necesario garantizar los procesos y estrategias para su consecución, en la Institución Educativa Escuela Normal Superior de San Mateo el trabajo de las emociones se limita a la clase de Ética y valores, y la enseñanza se basa en lo que se ha de impartir según las guías de trabajo.

Las categorías seleccionadas dan cuenta de la importancia de las competencias emocionales como las denomina el ministerio de educación Nacional buscando su fortalecimiento apoyándose en la educación emocional y su importancia dentro de la convivencia, autoconfianza y empatía de los niños y por último la literatura infantil como estrategia para acercarse a los niños desde cualquier ámbito a trabajar y en este caso el refuerzo de las competencias emocionales a través del cuento.

Aspectos Teóricos

Competencias emocionales

La escuela contemporánea debe dar un salto cualitativo hacia el futuro, dejando atrás modelos tradicionales que no responden a las necesidades de los estudiantes del siglo XXI. Hoy en día, el pensamiento infantil ha evolucionado considerablemente con el desarrollo de las tecnologías de la información, lo que ha permitido un aprendizaje más abierto, activo y contextualizado. Los niños son más curiosos, inquisitivos y demandan respuestas inmediatas, lo que exige que la educación se transforme al mismo ritmo que su entorno.

El panorama educativo actual revela que no basta con priorizar contenidos disciplinares como los lingüísticos o matemáticos. Aunque se han promovido proyectos orientados a la sana convivencia, persiste una deuda significativa en la integración de la dimensión emocional al aula. Situaciones como la deserción escolar o las conductas disruptivas tienen, en muchos casos, una raíz emocional: apatía, estrés o depresión. Este panorama se agrava cuando los estudiantes atraviesan la transición a la adolescencia, proceso que, sin el apoyo adecuado por parte de las familias y la escuela, puede derivar en frustraciones profundas y en el desarrollo de personalidades inseguras en la adultez.

Según Bisquerra y Pérez, las competencias emocionales son un subconjunto de las competencias personales, agrupadas en cinco bloques: conciencia emocional, regulación emocional, autonomía emocional, competencia social, y habilidades para la vida y el bienestar. Estas competencias se aplican transversalmente a la vida personal, profesional, social y educativa. En palabras de los autores: “los conocimientos académicos se aprenden mejor si el alumnado está motivado, controla sus impulsos, tiene iniciativa, es responsable, si tiene competencias emocionales, consecuentemente, los procesos de educación y formación deben tener presente el desarrollo de estas competencias integrándolas en el currículo” (2007, 70).

Para Agüedé y Pantoja, “la inteligencia emocional hace referencia a unas habilidades o competencias, es decir, es la capacidad humana de sentir, entender, gestionar y modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás”, (2015, 19). Reconociéndola como una competencia social clave para la convivencia cívica. Esta definición enfatiza la necesidad de aprender a gestionar las emociones para vivir adecuadamente en sociedad.

Desarrollar competencias emocionales en el ámbito escolar contribuye a una mejor adaptación al entorno, favoreciendo tanto el aprendizaje como el desarrollo integral. Esto implica comprender y reconocer las emociones propias y ajenas, fortaleciendo el carácter, el pensamiento y el comportamiento de los estudiantes. Desde esta perspectiva, Goleman (1996) sostiene que la inteligencia emocional -más allá del coeficiente intelectual- es esencial para conocer las emociones, regularlas y actuar con empatía. Resalta el valor del optimismo y el autocontrol como vínculos entre los sentimientos y los impulsos morales.

En este sentido, Goleman (1996) subraya que el altruismo se funda en la empatía: “la raíz del altruismo radica en la empatía, en la habilidad para comprender las emociones de los demás”, de ahí que la indiferencia frente al sufrimiento ajeno sea señal de una profunda desconexión emocional. Promover la inteligencia emocional en la escuela favorece la convivencia, el trabajo colaborativo y el desarrollo de otras inteligencias que dependen de una base emocional sólida.

artínez García (2016), citando a Vivas Gallego, define la inteligencia emocional como “el uso inteligente de las emociones, es decir, hacer que las emociones trabajen para nosotros, utilizándolas de manera que nos ayuden a guiar la conducta y los procesos de pensamiento, a fin de alcanzar el bienestar personal”. Este proceso implica tres dimensiones: percibir, comprender y regular las emociones. Su incorporación en la escuela propicia una sana convivencia y un trato respetuoso entre pares.

Educación emocional

Para Bisquerra y Pérez (2017), la educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, cuyo objetivo es desarrollar competencias emocionales como parte del desarrollo integral de la persona, capacitándola para la vida. Su finalidad es el bienestar personal, lo cual exige regular emociones negativas y potenciar las positivas (Bisquerra & Pérez, 2017). Márquez y Gaeta (2017) complementan esta idea al sostener que la educación emocional debe enmarcarse en principios éticos y valores fundamentales.

Galicia Rodríguez (2021) señala que entre los 6 y 12 años se producen transformaciones cognitivas, sociales y emocionales significativas. Durante este periodo, los niños consolidan una comprensión más profunda de las emociones, forman amistades más sólidas y desarrollan un sentido más realista de sí mismos. Esta etapa de especial vulnerabilidad requiere intervenciones pedagógicas que reconozcan su estado emocional para fomentar la autorregulación, la autoestima y el bienestar general.

Buitrago (2012) explica, siguiendo a Darwin, que aunque la expresión de las emociones es universal, existen diferencias individuales que configuran estilos afectivos únicos. Estos estilos están determinados por factores como la intensidad, la expresividad y la duración de las emociones. Tal diversidad implica que no se puede esperar que todos los niños reaccionen de la misma manera ante las mismas situaciones. Esta comprensión es clave para una intervención pedagógica ajustada a las necesidades individuales.

Además, Buitrago, citando a Lama (2012), afirma que cada persona posee un perfil emocional distinto, y aunque la ciencia ha avanzado en su estudio, aún se desconoce si es posible modificarlos. Probablemente, estos perfiles se originan en una combinación entre genética y experiencia, lo cual refuerza la necesidad de atender la dimensión emocional desde la infancia.

Estrategias pedagógicas en la literatura infantil

En el ámbito escolar, la literatura infantil, y particularmente el cuento, se consolida como una estrategia pedagógica fundamental. Su capacidad para transmitir conocimientos, despertar emociones y favorecer el desarrollo integral del niño lo convierte en un recurso didáctico versátil. Independientemente del área del saber, el lenguaje y la lectura juegan un rol central en los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Lukens (1999) clasifica la literatura infantil en cinco géneros: ficción, literatura tradicional (fábulas, mitos y leyendas), fantasía, poesía y realismo. Estos géneros permiten al docente seleccionar narrativas acordes con los objetivos de aprendizaje y con las necesidades emocionales de los estudiantes. Escalante de Urrecheaga y Caldera (2008) destacan que la literatura infantil promueve aprendizajes significativos, pues los estudiantes se sienten identificados con los personajes y situaciones, lo que favorece su motivación e implicación.

Zubiría (2017) sostiene que las emociones pueden clasificarse en función de su origen y valoración positiva o negativa. Emociones como el deleite, la esperanza, la tristeza o la decepción están ligadas a experiencias reales o imaginadas. Por tanto, identificar las emociones que se abordan en los cuentos permite conectar los contenidos literarios con los procesos de autorregulación emocional. El cuento, como estrategia pedagógica, fue seleccionado en esta investigación por su capacidad para fortalecer las competencias emocionales. Escalante de Urrecheaga y Caldera (2008) destacan que su inclusión en el aula favorece el aprendizaje afectivo y significativo, facilitando que los estudiantes conecten con los contenidos desde una perspectiva emocional.

Colomer (1990), citado por Martínez (2016), identifica tres funciones principales de la literatura infantil: 1) iniciar al niño en el universo imaginario configurado por la cultura literaria; 2) facilitar el aprendizaje de estructuras narrativas y poéticas; y 3) ampliar el vocabulario. Estos beneficios evidencian que el cuento no solo entretiene, sino que también educa. Según Martínez (2016), al seleccionar cuentos es necesario considerar la edad y madurez del niño. La narrativa debe centrarse en un personaje principal y evitar una cantidad excesiva de personajes secundarios, lo que podría dificultar la comprensión de la historia. Esto permite que los niños mantengan la atención, comprendan la trama y se identifiquen con las emociones de los protagonistas.

Fernández Serón (2010) afirma que el cuento estimula la imaginación, fortalece la creatividad y genera empatía. Estas características lo convierten en un instrumento pedagógico integral, que no solo transmite conocimientos, sino que también contribuye al desarrollo afectivo y social del niño. Pérez Molina et al. (2013) sostienen que el cuento permite trabajar diversas áreas y contenidos escolares. Los niños se identifican con los personajes y, a través de la lectura o escritura de cuentos, interiorizan nuevos aprendizajes. Además, destacan que el docente debe saber seleccionar y transmitir el cuento de forma vivencial, logrando que los estudiantes “viajen” por la narrativa.

El cuento constituye una estrategia didáctica potente que, integrada a procesos pedagógicos conscientes, puede transformar el aula en un espacio emocionalmente significativo. Su uso favorece la convivencia, estimula el trabajo colaborativo y promueve un clima armónico propicio para el aprendizaje integral.

Métodos

Este estudio se enmarca en un enfoque cualitativo, ya que busca comprender a profundidad un fenómeno educativo dentro de su contexto natural. La investigación se centró en las percepciones, emociones, interacciones y significados construidos por los actores escolares, reconociendo que el conocimiento emerge de la experiencia vivida y del sentido que los participantes otorgan a dicha experiencia (Hernández, Fernández & Baptista, 2014). Desde esta mirada, se prioriza la interpretación del comportamiento humano y de las dinámicas socioeducativas que se manifiestan en el aula. Este estudio se enmarcó dentro de un enfoque cualitativo y adoptó la metodología de investigación-acción, dado que se centró en comprender una problemática educativa específica y propuso transformaciones concretas en el contexto escolar.

El diseño de investigación adoptado fue la investigación-acción educativa, concebida como un proceso sistemático, participativo y reflexivo que busca transformar una situación concreta a través de la intervención consciente y el análisis crítico del problema identificado (Zapata & Rondán, 2016). Esta elección permitió la participación activa tanto de las docentes como de los estudiantes y del equipo investigador en el diseño, ejecución y evaluación de una estrategia pedagógica orientada al fortalecimiento de las competencias emocionales.

La investigación se desarrolló en la Institución Educativa Escuela Normal Superior de San Mateo, en Boyacá, con la participación de una muestra intencionada de 14 estudiantes de grado quinto. La selección de los participantes se basó en criterios de accesibilidad, viabilidad pedagógica y representatividad del grupo etario entre 10 y 12 años, lo que equivale al 15,5% de la población objetivo. El tamaño de la muestra se justificó desde un enfoque cualitativo no probabilístico, priorizando la riqueza de los relatos obtenidos y la posibilidad de realizar una observación participativa profunda.

Tabla 1. Población y muestra

Aspecto

Breve descripción

Población universo

Institución Educativa Escuela Normal Superior de San Mateo

Compuesta por 444 estudiantes de la institución principal junto con las ocho sedes de educación básica primaria que hacen parte de esta(El Caliche, Miradero, San José, La Palma, Peñuela Uno, Peñuela Dos, El vijal, Alfaro)

Población sujeto de estudio

90 estudiantes incluidos todos los grados de preescolar a quinto de la institución Educativa Escuela Normal Superior de San Mateo

Muestra

Grado quinto :4 niñas 10 niños

Totalidad de la muestra: 14 estudiantes

Nota. En la tabla 1, se evidencia la población y muestra de la investigación.

Previo al desarrollo de la intervención, y de acuerdo con las observaciones iniciales y entrevistas a la docente titular, se evidenció un ambiente de aula caracterizado por signos de apatía, indisciplina y baja autorregulación emocional. Estas dinámicas surgieron como consecuencia del retorno a la presencialidad tras el confinamiento provocado por la pandemia de COVID-19, y estaban afectando negativamente la convivencia escolar, así como la disposición al trabajo colaborativo y al aprendizaje.

Frente a este escenario, se diseñó una estrategia pedagógica centrada en el cuento como herramienta didáctica para fortalecer las competencias emocionales. La investigación se estructuró en tres fases: diagnóstico, implementación y reflexión como se resume en la Tabla 2. Cada fase fue concebida con objetivos específicos y contó con instrumentos de recolección de información diferenciados, lo que permitió una triangulación metodológica que robusteció la validez interna del estudio.

Tabla 2. Fases de investigación

Fase de investigación

Objetivo Especifico

Instrumento

Diagnóstico

Diagnosticar la forma de interacción y manejo de emociones en los estudiantes

Entrevista semiestructurada

Observación Directa

Trabajo de campo

Aplicar los cuentos como estrategia pedagógica y didáctica para el afianzamiento de las competencias emocionales

Siete secuencias didácticas

El cuento como estrategia didáctica

Reconozco mis emociones

Manejando la ira

Aprendo a ser feliz

Estar triste este bien

Volar sin miedo

El desagrado no está mal

Que aprendí sobre las emociones

Reflexión

Analizar el cómo las actividades en relación al manejo de las emociones contribuye al trabajo colaborativo y a la convivencia escolar.

Diarios de Campo

Actividad de cierre- taller interactivo

Nota. En la tabla 2, se evidencia las fases implementadas en el proceso de investigación.

Recolección de información: Para la obtención de los datos, se emplearon técnicas cualitativas previamente validadas por expertos en el campo de la educación emocional. Los instrumentos utilizados incluyeron:

Entrevista semiestructurada dirigida a la docente titular del grupo, validada por juicio de expertos entre dos docentes-investigadores especializados.

Observación directa documentada a través de diarios de campo, con guías estructuradas que facilitaron la codificación de episodios emocionales y de interacción social.

Aplicación de siete secuencias didácticas orientadas al trabajo con emociones básicas (alegría, tristeza, ira, miedo y desagrado), desarrolladas en coherencia con los estándares de competencias ciudadanas propuestos por el Ministerio de Educación Nacional (MEN, 2004).

La validez de estos instrumentos se sustentó en criterios de coherencia interna, adecuación al contexto, claridad conceptual y cobertura suficiente de los aspectos emocionales abordados. Además, se verificó su alineación con los objetivos del estudio, el enfoque cualitativo adoptado y el diseño metodológico de investigación-acción.

Desarrollo metodológico por fases

Fase diagnóstica: En esta etapa inicial, se aplicó la entrevista semiestructurada a la docente titular y se realizaron observaciones sistemáticas a los estudiantes durante actividades académicas y sociales. Los resultados permitieron identificar dificultades en el reconocimiento y expresión de emociones, impulsividad ante situaciones de conflicto y una limitada presencia de estrategias pedagógicas para abordar estos retos desde el aula. Estos hallazgos sirvieron de base para diseñar la estrategia didáctica que orientó la fase siguiente.

Fase de implementación: Esta fase se centró en la ejecución de siete talleres pedagógicos, estructurados alrededor del cuento como mediador del aprendizaje emocional. Cada sesión abordó una emoción específica, a través de narraciones, juegos de roles, actividades lúdicas, producción escrita y espacios de reflexión grupal. Las actividades fueron diseñadas con el propósito de fomentar la empatía, la autorreflexión y el trabajo colaborativo, permitiendo que los estudiantes proyectaran sus experiencias personales y las resignificaran en un ambiente seguro y creativo.

Fase de reflexión: En la etapa final, se evaluó el impacto de la intervención a través de distintas estrategias: socialización de aprendizajes por parte de los estudiantes, entrevistas abiertas y análisis longitudinal de los registros de campo. Además, se llevó a cabo un taller interactivo de cierre, en el que los participantes compartieron sus experiencias y evidenciaron mejoras en la gestión emocional, mayor disposición al trabajo en equipo y cambios positivos en sus relaciones interpersonales.

Esta fase cumplió con uno de los principios centrales de la investigación-acción: la reflexión colaborativa. A través del diálogo entre estudiantes, docente y docente-investigador, se generó una construcción conjunta de saberes pedagógicos y emocionales, potenciando aprendizajes significativos que trascienden el aula y enriquecen la vida escolar.

El método de análisis fue el inductivo e interpretativo, lo que permitió construir categorías emergentes directamente a partir de los datos recolectados, valorando la subjetividad de los participantes como una fuente legítima de conocimiento (Taylor & Bogdan, 1987). Para la recolección de información se utilizaron diversas técnicas cualitativas, tales como: Entrevistas semiestructuradas a la docente titular del grado quinto. Observaciones directas durante las clases, registradas en diarios de campo estructurados y Talleres pedagógicos diseñados en torno al cuento como recurso didáctico para trabajar las emociones básicas.

Resultados

El análisis de la información se realizó mediante una estrategia de análisis temático de tipo inductivo. Este proceso incluyó la codificación abierta de los datos, la identificación de patrones recurrentes y la categorización progresiva de los hallazgos. Esta técnica permitió interpretar de manera rigurosa y sistemática los discursos y comportamientos observados. Asimismo, se aplicó un proceso de triangulación entre diversas fuentes entrevistas, observaciones y producciones de los estudiantes, con el fin de fortalecer la credibilidad, la transferibilidad y la confirmabilidad de los resultados obtenidos.

Para el caso de la investigación se da cuenta del análisis de los resultados obtenidos de la aplicación de los instrumentos mencionados para cada una de las fases diseñadas y ejecutadas en la investigación. Para lo cual, se realiza la sistematización de los datos obtenidos de cada una de las actividades diseñadas y además de la interpretación y análisis riguroso que permite evidenciar el logro del objeto de estudio.

Los resultados de esta investigación emergen de una triangulación metodológica entre entrevistas, observaciones directas y producciones estudiantiles desarrolladas durante los talleres pedagógicos. A partir del análisis temático, se identificaron tres categorías centrales: (1) Expresión y reconocimiento emocional, (2) Empatía y convivencia, y (3) Transformaciones actitudinales. Los hallazgos se presentan organizados por fases del proceso investigativo, acompañados de síntesis comparativas y reflexiones respaldadas por la literatura especializada.

Fase diagnóstica: situación inicial de las competencias emocionales

Durante esta primera etapa, se evidenció un entorno escolar marcado por dificultades en la gestión de emociones básicas como la ira, la tristeza y el miedo. Estas carencias se manifestaban en conflictos interpersonales frecuentes, baja expresión afectiva y una fuerte influencia de estereotipos de género sobre las emociones.

Tabla 3 Síntesis de hallazgos fase diagnóstica

Dimensión evaluada

Evidencia empírica

Cita textual relevante

Categoría emergente

Reconocimiento emocional

Los estudiantes no identifican ni nombran sus emociones

“Yo no lloro porque los hombres no lloran” (E1)

Expresión emocional limitada por roles de género

Relación interpersonal

Conflictos frecuentes y baja cooperación

“No me gusta que mi amigo esté con otros” (E2)

Apego posesivo – celos como forma de vínculo afectivo

Rol docente en emociones

Estrategias formales ausentes

“Solo trabajamos emociones en ética y valores” (Docente)

Ausencia de transversalidad curricular en lo emocional

Nota. En la tabla 3, se evidencian los hallazgos fase diagnóstica

Estos resultados coinciden con lo expuesto por Goleman (1996), quien sostiene que la falta de educación emocional en etapas tempranas puede dificultar la regulación afectiva e incidir negativamente en la convivencia escolar. A su vez, Bisquerra y Pérez (2007) insisten en que integrar el desarrollo emocional al currículo es esencial para lograr una formación más completa e integral.

Fase de implementación: respuesta de los estudiantes ante la intervención

Durante el desarrollo de los siete talleres basados en cuentos, se observaron cambios positivos y sostenidos en la forma en que los estudiantes expresaban, regulaban y comprendían sus emociones. Fue evidente un avance en la verbalización de sentimientos, en la empatía con los personajes literarios y en la adopción de estrategias para enfrentar situaciones emocionales de manera asertiva.

Tabla 4 Análisis comparativo antes / después de la intervención

Competencia emocional

Indicadores antes de la intervención

Indicadores después de la intervención

Transformación observada

Reconocimiento emocional

Evitación, confusión semántica (“estar bravo = estar triste”)

Precisión y uso contextualizado de emociones

Uso de vocabulario emocional amplio y pertinente

Regulación de la ira

Reacciones impulsivas ante el conflicto

Autorregulación mediante técnicas aprendidas

Uso de pausas y estrategias metacognitivas

Empatía

Baja sensibilidad ante el dolor ajeno

Reconocimiento de emociones en otros

Mayor cooperación y sensibilidad grupal

Expresión creativa

Limitada producción escrita o verbal

Cuentos escritos con referencias a experiencias afectivas

Externalización simbólica del mundo emocional

Nota. En la tabla 4, se evidencia el análisis comparativo antes / después de la intervención

“Antes yo me enojaba y pegaba. Ahora me acuerdo del volcán del cuento y respiro como él lo hacía.” (E3, Diario de campo). Estas transformaciones refuerzan lo planteado por Cassá (2005), quien afirma que la literatura infantil es una vía simbólica segura para que los niños exploren, comprendan y expresen sus emociones. Del mismo modo, Fernández Serón (2010) destaca que el cuento potencia tanto la creatividad como el desarrollo afectivo, actuando como una herramienta clave en la humanización del acto educativo.

Fase de reflexión: percepciones de impacto y aprendizajes construidos

En la etapa final del proceso, tanto los estudiantes como la docente titular señalaron avances relevantes en la dinámica del grupo. Se evidenció una mejora en la disposición al diálogo, mayor cooperación en actividades colectivas y un ambiente de aula más respetuoso y empático.

Tabla 5 Percepciones de impacto de la propuesta pedagógica

Actor educativo

Cambios percibidos

Cita o evidencia

Estudiantes

Mayor disposición a expresar emociones y cooperar

“Ya no me da miedo decir que estoy triste” (E4)

Docente titular

Mejora en la dinámica grupal y disminución de conflictos

“Los estudiantes ahora se escuchan más”

Producto final

Cuentos con temáticas emocionales y reflexivas

Creación de relatos con argumentos empáticos

Nota. En la tabla 5, se evidencia las percepciones de impacto de la propuesta pedagógica

Los resultados evidencian que el trabajo con cuentos no solo impactó el plano individual, sino que también contribuyó a fortalecer la convivencia y los vínculos dentro del grupo. Tal como lo afirma Colomer (1990), la literatura actúa como un puente cultural que permite a los niños construir sentido, reflexionar sobre sí mismos y desarrollar una ética de la convivencia. Esta experiencia se alinea con las propuestas de Bisquerra (2017) y UNICEF (2015), quienes destacan la importancia de incorporar la educación emocional como eje estructural en la formación básica.

El análisis detallado de los datos obtenidos a lo largo de las fases del estudio permite afirmar que el cuento, utilizado como estrategia pedagógica, tiene un impacto positivo y significativo en el desarrollo de las competencias emocionales de los estudiantes. La literatura infantil no solo facilitó la expresión de emociones, sino que también promovió la autorregulación, la empatía y la comprensión de los demás. Este enfoque ofrece evidencia de que la educación emocional puede y debe integrarse al currículo escolar de manera coherente, contextualizada y culturalmente pertinente, generando ambientes educativos más humanos, reflexivos y justos.

Discusión de resultados

Teniendo en cuenta la pregunta formulada para este proyecto ¿De qué manera contribuir al afianzamiento de competencias emocionales en los estudiantes basados en la utilización del cuento como estrategia pedagógica? la utilización de métodos y estrategias dentro de las aulas de clase logra captar la atención de los educandos fortaleciendo de tal manera el proceso de enseñanza aprendizaje y para este caso específicamente dar un valor agregado a las competencias emocionales dentro del currículo escolar en adición se resalta la importancia de las estrategias pedagógicas en la consecución de conocimientos, comportamientos y aprendizaje significativo en los estudiantes ya que brinda la oportunidad de estar siempre a la expectativa de una nueva manera de aprender.

Por tanto la utilización del cuento para el afianzamiento de las competencias emocionales es la estrategia óptima, ya que los niños se identifican con los personajes y para ellos es más significativo el contenido si se presenta por medio de una historia, ya que trasciende al mundo real y a su contexto próximo generando interés y replicando actitudes de sana convivencia y sobretodo de empatía dentro del aula contribuyendo a mejorar el trabajo colaborativo, se percibe el agrado en que los niños los asimilan contenidos de manera natural, teniendo en cuenta una aceptación de las competencias emocionales dentro de su cotidianidad.

Teniendo en cuenta el diseño y aplicación de las fases de la investigación acción y la implementación de los instrumentos mencionados en los anteriores capítulos del documento, se determina que a través del análisis de la reflexión acerca de la aplicación de las secuencias con los estudiantes objeto de estudio, implementando el cuento como estrategia pedagógica para el afianzamiento de las competencias emocionales en los estudiantes grado quinto de la institución, gracias a esto se reconocen más como seres únicos y valiosos llenos de virtudes expresando más abiertamente sus gustos y aquellas cosas que antes creían eran mal vistas, como el expresar sus emociones sobretodo de tristeza, aprendieron a tener más empatía y el ponerse en el lugar del otro el cómo le haría sentir una situación igual, fue un espacio para el disfrute sin el sentimiento de ser evaluados o la simple mecanización de contenidos.

Se evidencian diversos resultados del trabajo de campo con los estudiantes del grado quinto de la Institución Educativa Escuela Normal Superior de San Mateo donde se evidencian las distintas vivencias que son plasmadas a modo de cuento como creación literaria.

Ilustración 1. Cuento elaborado por estudiante DD

De la lectura de la anterior ilustración del cuento realizado por el estudiante DD de diez años del grado quinto se puede evidenciar el cómo utiliza este medio para relatar sus aventuras, este cuento fue realizado al comienzo de la investigación donde se solicitaba crear un escrito donde se pusieran en evidencia las distintas emociones o algunas de ellas y si querían tomar como ejemplo su vida o hacerlo a modo de fantasía, dentro de lo escrito por el estudiante se refleja su apatía por el colegio y el como para el significa mucho el desobedecer y llevar la contaría, a medida de que se fueron realizando las actividades, expreso que la rebeldía era la manera como expresaba su frustración a causa de que sus padres le hubiesen enviado a estudiar al pueblo y como esto le hacía sentir triste, además de expresar en varias ocasiones que “el no lloraba pues debía ser fuerte como lo hacen los hombres, que así lo habían enseñado en su casa”, para el final de las actividades era uno de los niños más empáticos del grupo.

Ilustración 2. Cuento elaborado por el estudiante JMG

En la ilustración N° 2, el cuento escrito por el estudiante JMG donde cuenta como la amistad es un gran lazo y como esto influye en su proceso escolar, pero además pone en evidencia su necesidad de controlar esa amistad y los conflictos alrededor de que su amigo quiera juntarse con alguien más, en su exposición afirmaba aún más el desagrado hacía el estudiante en mención, al transcurrir las distintas actividades lograron resolver estas diferencias y aceptar que su compañero también compartiera con los otros niños y expresar como su envidia radicaba en el miedo a quedarse sin amigos.

Teniendo en cuenta el diseño y aplicación de las fases de la investigación acción que se tienen en cuenta para este proyecto, la implementación de los instrumentos mencionados en los anteriores capítulos del documento, se concluye que a través del análisis de la reflexión acerca de la aplicación de las secuencias con los estudiantes objeto de estudio, implementando el cuento como estrategia pedagógica para el afianzamiento de las competencias emocionales en los estudiantes grado quinto de la institución Educativa Escuela Normal Superior de San Mateo Boyacá , gracias a esto los estudiantes se reconocen más como seres únicos y valiosos llenos de virtudes expresando más abiertamente sus gustos y aquellas cosas que antes creían eran mal vistas, como el expresar sus emociones sobretodo de tristeza, aprendieron a tener más empatía y el ponerse en el lugar del otro el cómo le haría sentir una situación igual, fue un espacio para el disfrute sin el sentimiento de ser evaluados o la simple mecanización de contenidos.

Ilustración 3. Cuento escrito por el estudiante SS

En la ilustración N° 3, el escrito se refleja como el estudiante aprecia el estudio y lo mucho que le gusta el estar en el colegio, y como se puede notar y a raíz de charlas con el donde expresaba el cómo le gustaba ir a la escuela pues esta era su refugio pues cuenta como su vida cambio de manera drástica de un momento para otro y lo que para el significaba felicidad ya no estaba, de tal manera el tema de escribir puede significar para un niño la manera en como desahoga sus miedos y tristezas, a lo largo del trabajo investigativo el estudiante comentaba como el aprender a ser feliz también conllevaba el ser capaz de hablar con su padre y decirle lo que sentía pues por miedo al rechazo no lo había hecho antes.

Del trabajo con los estudiantes durante todas las actividades se puede reflexionar acerca de cómo cada niño se identificaba con alguna emoción en su comienzo la mayoría enfocadas al enojo o la tristeza, además del reflejo de un contexto un tanto machista donde el llorar es trabajo de las niñas, o donde simplemente se invalidan los sentimientos de los niños pues no hay tiempo para cosas como esta, la experiencia enriquece desde todos los puntos de vista, el de los niños el de los padres y docentes de la institución esperando se lleven a cabo más actividades de este tipo, y empezar por sanar desde los adultos para poder sanar los niños y es un sanar desde la reflexión y poder encaminar los procesos todos juntos como comunidad educativa y social.

Durante esta fase inicial, se llevaron a cabo entrevistas semiestructuradas con la docente titular del grupo y se realizaron observaciones directas a los estudiantes. A partir de estas acciones, se evidenció una escasa disposición para reconocer y gestionar las propias emociones. En muchos casos, predominaron actitudes de evasión o negación frente a sentimientos como la tristeza o la ira, dificultando su expresión abierta en el entorno escolar. La docente señaló que “muchos niños no saben cómo expresar lo que sienten; algunos creen que estar tristes es sinónimo de debilidad” (Entrevista, abril 2024). Esta percepción refleja una cultura emocional en la que ciertos sentimientos tienden a ser invisibilizados, particularmente entre los varones. Así lo manifestó uno de los estudiantes al decir: “yo no lloro porque los hombres no lloran, eso me enseñaron en mi casa” (Estudiante DD, 10 años).

Estos hallazgos dieron lugar a la categoría emergente “expresividad emocional condicionada por estereotipos de género”, la cual pone en evidencia cómo las normas culturales, interiorizadas desde el contexto familiar, inciden directamente en la construcción emocional de los niños. Esta influencia limita su capacidad de autorregulación y su desarrollo afectivo pleno (Bisquerra & Pérez, 2007). El silenciamiento emocional, especialmente en los varones, puede afectar negativamente la socialización y la convivencia dentro del aula (Goleman, 1996).

Tabla 6. Categorías emergentes

Categoría emergente

Descripción analítica

Expresividad emocional condicionada por estereotipos de género

Identificación de barreras culturales que inhiben la expresión emocional, especialmente en niños varones.

Invisibilización del malestar emocional en la escuela

Normalización del conflicto, la tristeza o la apatía como parte del ambiente escolar sin intervención intencionada.

Reapropiación positiva de las emociones

Reconocimiento, validación y expresión asertiva de las emociones a través del cuento.

Empatía narrativa

Capacidad de identificarse con personajes ficticios y transferir aprendizajes emocionales al ámbito interpersonal.

Nota. En la tabla 6, se evidencian las categorías emergentes

En fase se desarrollaron siete talleres diseñados alrededor del cuento como estrategia pedagógica. Cada sesión abordó emociones básicas como la tristeza, el enojo, el miedo y el desagrado, permitiendo a los estudiantes explorar sus propias vivencias emocionales mediante narraciones, dramatizaciones, ilustraciones y la creación de relatos personales. Uno de los niños compartió su experiencia afirmando: “Antes no me gustaba decir que estaba triste, pero ahora sé que no está mal. En un cuento entendí que hasta los héroes lloran” (Estudiante JMG, taller 4). Este testimonio refleja una transformación significativa en la manera como el estudiante comprende y expresa sus emociones.

Con base en esta experiencia, se identificó la categoría emergente “reapropiación positiva de las emociones”, la cual evidencia cómo los estudiantes comienzan a validar sus sentimientos como parte esencial de su proceso de aprendizaje. El cuento, como recurso narrativo, actuó como mediador simbólico de las emociones, propiciando una identificación proyectiva con los personajes, estimulando la empatía y favoreciendo el desarrollo de habilidades emocionales

Reflexiones Finales

Este estudio permitió evidenciar que el uso del cuento como estrategia pedagógica tiene un impacto positivo y significativo en el fortalecimiento de las competencias emocionales de los estudiantes de educación básica primaria. La implementación de secuencias didácticas centradas en el reconocimiento y manejo de emociones básicas contribuyó al desarrollo de habilidades clave como la autorregulación, la empatía y la expresión emocional asertiva. Estas habilidades, aunque a menudo subestimadas en el currículo tradicional, se revelan fundamentales para construir una convivencia escolar más armónica y fomentar el desarrollo integral de los niños y niñas.

Desde el enfoque pedagógico, la experiencia demostró que las estrategias basadas en la literatura infantil poseen un gran potencial formativo. A través del cuento, los estudiantes lograron conectar los contenidos académicos con sus experiencias personales, lo cual enriqueció su proceso de aprendizaje. En consecuencia, se recomienda que los docentes reconozcan el valor de las narrativas como herramientas mediadoras para el aprendizaje emocional, y avancen hacia una práctica educativa que integre de forma coherente los aspectos emocionales y cognitivos del ser humano. Esto requiere transformar las dinámicas del aula, garantizar ambientes emocionalmente seguros y brindar formación permanente a los docentes en el ámbito de la educación emocional

En cuanto a las implicaciones en política educativa, los resultados obtenidos plantean la necesidad de incorporar explícitamente las competencias emocionales dentro de los planes de estudio, superando su actual tratamiento como eje transversal en las competencias ciudadanas. Es urgente fortalecer políticas educativas que promuevan el bienestar emocional desde los primeros años escolares, mediante la asignación de recursos, el acompañamiento docente y una articulación institucional sólida. En este sentido, se propone que el Ministerio de Educación Nacional considere incluir componentes emocionales en los estándares básicos de aprendizaje, reconociendo su papel en la mejora de la calidad educativa y en la prevención de problemáticas como el acoso escolar, la apatía o la deserción.

Para futuras investigaciones, sería pertinente ampliar la muestra a diferentes contextos, tanto rurales como urbanos, e incorporar metodologías etnográficas o estudios de tipo longitudinal que permitan observar el impacto sostenido de este tipo de intervenciones. También se sugiere realizar estudios comparativos entre diversas estrategias pedagógicas con el fin de evaluar su efectividad en el desarrollo de competencias emocionales. Asimismo, resultaría valioso profundizar en la influencia que ejercen los estereotipos de género en la forma en que los niños expresan sus emociones, un aspecto que emergió con fuerza en esta investigación. Este trabajo aporta a la consolidación de una visión educativa más humanista y crítica, donde las emociones dejan de ser un aspecto marginal para convertirse en pilares esenciales del aprendizaje significativo, la convivencia escolar y la formación ética de los estudiantes.

Referencias

AGUËDÊ-GÓMEZ, J. I., & PANTOJA-SERRANO, A. (2015). Educación emocional para la convivencia: Aportes desde la psicología y la pedagogía crítica. Universidad de Huelva. En Martínez García, L. La inteligencia emocional en el proceso de enseñanza-aprendizaje en la etapa de educación infantil. Universidad de La Laguna.

BISQUERRA, R., & PÉREZ ESCODA, N. (2007). Educación emocional: Propuestas para educadores y familias. Praxis.

BISQUERRA, R., & PÉREZ ESCODA, N. (2017). Competencias emocionales y bienestar. Revista de Estudios y Experiencias en Educación, 16(30), 63–76. https://doi.org/10.21703/rexe.20173062902

BUITRAGO, J. D. (2012). Las emociones y su expresión en la infancia: Una aproximación desde la neurociencia. Revista Colombiana de Psicología, 21(2), 253–270.

LÓPEZ CASSÀ, E (2005) La educación emocional en la educación infantil Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, vol. 19, núm. 3, Universidad de Zaragoza Zaragoza, España

DÍAZ, B., TORRUCO, U., HERNÁNDEZ, R., & VARELA, L. (2013). La entrevista: Recurso flexible y dinámico. Investigación en Educación Médica, 2(7), 162–167. https://doi.org/10.1016/S2007-5057(13)72683-3

ESCALANTE DE URRECHEAGA, B., & CALDERA, C. (2008). Didáctica de la literatura infantil: Una mirada a sus géneros. Universidad Central de Venezuela.

ECHAVARRÍA GRAJALES, J. (2003) La escuela un escenario de formación y socializacion para la construccion de identidad moral.II encuentro Internacional y V nacional: Escuela, familia y medios.

FERNÁNDEZ SERÓN, L. (2010). El valor educativo de los cuentos en la infancia. Cuadernos de Pedagogía, 402, 42–45.

GALICIA RODRÍGUEZ, A. (2021). Desarrollo emocional en la infancia intermedia: implicaciones educativas. Revista de Psicología y Educación, 16(1), 1–12. https://doi.org/10.23923/rpye2021.01.001

GOLEMAN, D. (1996). La inteligencia emocional: Por qué es más importante que el cociente intelectual. Editorial Kairós.

HERNÁNDEZ SAMPIERI, R., Fernández Collado, C., & Baptista Lucio, M. P. (2006). Metodología de la investigación (4.ª ed.). McGraw-Hill Interamericana.

LUKENS, R. J. (1999). A Critical Handbook of Children’s Literature (6th ed.). Longman.

MARTÍNEZ GARCÍA, L. (2016). La inteligencia emocional en el proceso de enseñanza-aprendizaje en la etapa de educación infantil. Universidad de La Laguna.

MARTÍNEZ, M. (2007). La sistematización como herramienta de investigación. Cuadernos de Trabajo Social, 20, 67–78.

MARTÍNEZ, M., & CRUZ, N. (2018). El taller pedagógico como herramienta de formación integral. Revista de Investigación Educativa, 36(2), 425–440. https://doi.org/10.6018/rie.36.2.289791

PÉREZ MOLINA, I., PÉREZ ÁLVAREZ, I., & DOMÍNGUEZ GONZÁLEZ, M. (2013). El cuento como recurso educativo en la Educación Primaria. Universidad de Oviedo.

PERKINS, D. (2001). La escuela Inteligente. Del adiestramiento de la memoria a la educación de la mente. Barcelona: Gedisa.

VALVERDE, G. (1998). La investigación cualitativa en educación: Fundamentos y tradiciones. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 32, 113–128.

ZUBIRÍA, S. (2017). Bioética, emociones e identidades. Ediciones Desde Abajo.

Documento oficial

Ministerio de Educación Nacional (MEN). (2004). Estándares básicos de competencias ciudadanas: Formar para la ciudadanía, sí es posible. MEN. Colombia