Artículo
Original
Bacteriología
Kasmera 53:e5339615, 2024
P-ISSN
0075-5222 E-ISSN 2477-9628
https://doi.org/10.56903/kasmera.5339615
Cocos
Gram positivos como agentes etiológicos de infecciones urinarias
Gram-positive cocci as etiological agents of urinary
tract infections
Castellano-González,
Maribel Josefina (Autora de correspondencia). https://orcid.org/0000-0002-1992-8349.
https://www.researchgate.net/profile/Maribel_Castellano.
Universidad del Zulia. Facultad de Medicina. Escuela de Bioanálisis.
Departamento de Microbiología. Cátedra de Bacteriología General.
Maracaibo-Zulia. Venezuela. Dirección Postal: Cátedra de Bacteriología General.
Calle 65 con final de Avenida 19. Edificio Ciencia y Salud. Planta Baja.
Laboratorio de Bacteriología. Universidad del Zulia. Maracaibo-Zulia.
Venezuela. Teléfonos: +58-414-6545914. E-mail: mjcastellanog@gmail.com
Durán Liendo,
Valeria de Jesús. https://orcid.org/0000-0002-0607-7418.
Universidad del Zulia. Facultad de Medicina. Escuela de Bioanálisis.
Departamento de Microbiología. Cátedra de Bacteriología General.
Maracaibo-Zulia. Venezuela. E-mail: vd55163@gmail.com
Rangel Moncada, Ysmairiz de Jesús. https://orcid.org/0000-0003-2932-2313.
Universidad del Zulia. Facultad de Medicina. Escuela de Bioanálisis.
Departamento de Microbiología. Cátedra de Bacteriología General.
Maracaibo-Zulia. Venezuela. E-mail: ysmairizr@gmail.com
Sandoval-Castellano
Isabelle Virginia. https://orcid.org/0000-0002-4296-0523.
Universidad del Zulia. Facultad de Medicina. Escuela de Medicina. Laboratorio
Clínico. Escuela de Bioanálisis. Maracaibo-Zulia. Venezuela. E-mail: isavirsandocast@gmail.com
Resumen
Se revisó la base de datos de los resultados de los urocultivos
procesados en el Centro de Referencia Bacteriológica del Servicio Autónomo
Hospital Universitario de Maracaibo (CRB-SAHUM) a fin de establecer la
frecuencia y susceptibilidad antimicrobiana de cocos Gram positivos como
agentes etiológicos de infecciones urinarias durante el periodo enero
2011-diciembre 2015. Estos microorganismos se detectaron con una frecuencia
general de 5,52%; siendo los enterococos, los más frecuentes (57,66%); seguidos
de estreptococos (21,44%) y, finalmente, estafilococos (20,90%). Las especies
más comúnmente aisladas, por género bacteriano, fueron: Enterococcus
faecalis y Enterococcus faecium, Staphylococcus aureus y Streptococcus
agalactiae. Los enterococos mostraron más resistencia a los antibióticos y
expresaron mayor diversidad de perfiles de resistencia. Se encontró asociación
estadísticamente significativa entre el sexo de los pacientes y la presencia de
infección urinaria (p<0,05). La resistencia a oxacilina de las cepas de
estafilococos y a vancomicina en enterococos está asociada con la co-resistencia antimicrobiana expresada por dichas cepas
(p<0,05). Se detectaron porcentajes elevados de resistencia a ampicilina,
levofloxacina, ciprofloxacina, norfloxacina, tetraciclina y eritromicina; sin
embargo, se encontró una alta sensibilidad a vancomicina y teicoplanina, a
excepción de los enterococos, que mostraron una baja sensibilidad a estos
antibióticos.
Palabras claves: cocos, Infecciones urinarias, resistencia bacteriana a antibióticos.
Abstract
The database of the results of urine cultures processed at the
Bacteriological Reference Center of the Autonomous Service of the University
Hospital of Maracaibo (CRB-SAHUM) was reviewed in order to establish the
frequency and antimicrobial susceptibility of Gram-positive cocci as
etiological agents of urinary tract infections during the period January
2011-December 2015. These microorganisms were detected with an overall
frequency of 5.52%; being the enterococci, the most frequent (57.66%); followed
by streptococci (21.44%) and, finally, staphylococci (20.90%). The most
commonly isolated species, by bacterial genus, were: Enterococcus faecalis
and Enterococcus faecium, Staphylococcus aureus and Streptococcus
agalactiae. Enterococci showed more resistance to antibiotics and expressed
greater diversity of resistance profiles. A statistically significant
association was found between the sex of the patients and the presence of
urinary tract infection (p<0.05). Oxacillin resistance of staphylococci and
vancomycin strains in enterococci is associated with antimicrobial
co-resistance expressed by these strains (p<0.05). High percentages of
resistance to ampicillin, levofloxacin, ciprofloxacin, norfloxacin,
tetracycline and erythromycin were detected; however, a high sensitivity to
vancomycin and teicoplanin was found, except for enterococci, which showed low
sensitivity to these antibiotics.
Keywords: cocci,
urinary tract infections, drug resistance, bacterial.
Recibido: 30/09/2024 | Aceptado: 13/03/2025 | Publicado: 22/08/2025
Como Citar: Castellano-González, MJ, Durán Liendo, VJ,
Rangel Moncada, YJ, Sandoval-Castellano IV. Cocos Gram positivos como
agentes etiológicos de infecciones urinarias. Kasmera. 2025;53:e5339615. doi: 10.56903/ kasmera.5339615
Introducción
Representando uno de los principales motivos de consulta clínica, las
infecciones del tracto urinario (ITU) se refieren a la existencia de
microorganismos patógenos en el tracto urinario y se definen como el
crecimiento de un patógeno único en contaje significativo, generalmente >
105 Unidades Formadoras de Colonias (UFC)/mL
de orina, a partir de muestras correctamente recolectadas. Involucran una
amplia variedad de formas clínicas, cada una con fisiopatología y
características propias en su forma de tratamiento, varían en severidad desde
una infección asintomática a cistitis aguda, prostatitis, uretritis,
pielonefritis y urosepsis, las cuales pueden conducir
a la muerte (1).
Aunque la frecuencia relativa de los patógenos varía
dependiendo de la edad, sexo y otras características del paciente, como, por
ejemplo, cateterización y hospitalización, se acepta que la mayoría de las ITU
son causadas por microorganismos presentes en la microbiota
intestinal. Los patógenos más comunes en las ITU son los miembros del
orden Enterobacterales (bacilos Gram
negativos fermentadores de la glucosa, como Escherichia
coli y Klebsiella spp.; patógenos
del grupo CES (Citrobacter-Enterobacter-Serratia);
miembros de la tribu Proteae (Proteus-Providencia-Morganella); otros
agentes causales como: cocos Gram positivos (Enterococcus spp., Streptococcus
spp., Staphylococcus saprophyticus y Staphylococcus aureus); bacilos Gram
negativos no fermentadores de la glucosa (Pseudomonas
spp. y Acinetobacter spp.);
microorganismos atípicos (Mycoplasma
spp.; Ureaplasma
spp.) y levaduras (Candida spp.) son,
comparativamente, más comunes en pacientes hospitalizados (1,2).
Las ITU se presentan en todos los grupos etarios; en
la primera infancia tienen un mayor predominio en los hombres frente a las
mujeres; mientras que, en adultos, son más frecuentes en las mujeres con edades
entre 20 y 56 años; pacientes inmunosuprimidos o con enfermedades subyacentes
y/o anormalidades en el desarrollo del sistema urinario. También están
asociadas con algunos estilos de vida (promiscuidad sexual, malos hábitos
higiénicos y empleo de baños públicos). Si no son tratadas adecuadamente, pueden
producir complicaciones, secuelas debilitantes y un decremento en la calidad de
vida del paciente. Deben considerarse importantes desde el punto de vista
económico, debido al cuidado médico, farmacoterapia y la pérdida de días
laborales provocados por estas patologías (1,2).
Diferentes factores pueden predisponer o llevar al
establecimiento de una ITU, incluyendo factores
anatómicos relacionados con cualquier condición que altere o impida el
fluido normal de la orina, el vaciamiento vesical o que facilite el acceso de
microorganismos; factores relacionados con la orina, como la glucouria (en los diabéticos), le hacen perder todas sus
características antimicrobianas, volviéndola apta para el crecimiento
bacteriano y, por último, factores extrínsecos, como el uso de ropa ajustada y
la instrumentación de las vías urinarias (cateterización), ya mencionada
anteriormente (1-3).
El diagnóstico de ITU se realiza mediante el examen
microscópico y el cultivo cuantitativo de la orina, considerado siempre este
último, la prueba estándar adecuada para su diagnóstico. El inicio temprano de
una terapia antibiótica apropiada minimiza el riesgo de desenlaces
desfavorables (4).
De hecho, la instauración de un adecuado tratamiento antibiótico es la medida
de mayor importancia para disminuir la morbimortalidad por este tipo de
infección. Para ello es necesario conocer, por un lado, el tipo de
microorganismo que tiene mayor probabilidad de ser el agente etiológico y, por
otro, los datos locales de sensibilidad antimicrobiana a los agentes más
frecuentes. Además, se deben tomar en cuenta las características del paciente,
especialmente su edad, sexo, factores de riesgo y uso previo de antibióticos (5).
Si bien, las tasas de mortalidad asociadas con ITU
son, generalmente, bajas, constituyen una gran preocupación que requiere
terapia antimicrobiana. El uso inadecuado de agentes antimicrobianos para el
tratamiento ha conducido a la propagación de la resistencia antimicrobiana y la
emergencia de bacterias uropatógenas con resistencia a múltiples antibióticos (multidrogo-resistencia, MDR) (1-4).
Hasta hace algunos años, existía un esquema
terapéutico basado en la administración de nitrofurantoína,
trimetoprim/sulfametoxazol o fluoroquinolonas, los cuales poseían una tasa de
inhibición efectiva frente a estos patógenos; pero el uso abusivo de estos
antibióticos, la terapia inapropiada, la realización de un esquema terapéutico
incompleto o prolongado y la no adherencia al tratamiento, han generado un
aumento de la resistencia por parte de estos microorganismos; lo que constituye
un grave problema de salud pública mundial por su elevada ocurrencia, el alto
costo que representa su manejo, el aumento de la tasa de recurrencia (27-46%
por año en mujeres), el desarrollo de infecciones complicadas y la afectación
de la calidad de vida de los pacientes tras cada nuevo episodio (5,6).
Con
el creciente problema de la resistencia antimicrobiana, existe una necesidad
urgente de vigilancia continua de la susceptibilidad a los antibióticos de las
bacterias uropatógenas. Durante la última década, los aislamientos de cocos
Gram positivos han mostrado una capacidad notable para desarrollar resistencia
rápidamente. Se ha evidenciado que, la resistencia a los agentes
antimicrobianos entre los aislados clínicos de estos microorganismos en
pacientes hospitalizados es más alta que en los aislados de la comunidad. Por
otra parte, el conocimiento apropiado de las tendencias de la resistencia
antimicrobiana local y nacional es de suma importancia con el fin de mejorar
las recomendaciones basadas en evidencia para la terapéutica de las ITU (7,8).
En consecuencia, este estudio estuvo dirigido a establecer la frecuencia de los
cocos Gram positivos como agentes uropatógenos y registrar la susceptibilidad a
los antibióticos prescritos comúnmente en su terapéutica para generar datos que
permitan mejorar la eficacia del tratamiento empírico y contribuir a la
formulación de políticas sobre la prescripción de antibióticos.
Métodos
Tipo y
diseño de Investigación: la presente es una investigación
descriptiva, no experimental, de campo, transversal y retrospectiva.
Población
y muestra: en este estudio, la población estuvo representada por todos los
pacientes que acudieron al Centro de Referencia Bacteriológica del Servicio
Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo (CRB-SAHUM), ubicado en la
Parroquia Chiquinquirá del Municipio Maracaibo, del estado Zulia, durante el
periodo enero 2011- diciembre 2015, a partir de los cuales se aislaron cepas de
cocos Gram positivos a partir de muestras de orina en contajes significativos
(N=555); la totalidad de estas cepas constituyeron la muestra para la
investigación (n=555).
Metodología:
Aislamiento, identificación y pruebas de susceptibilidad antimicrobiana: las muestras de orina fueron procesadas por el
personal del laboratorio del CRB-SAHUM, siguiendo la metodología convencional
para el urocultivo, mediante la técnica del asa calibrada. A este fin, se
inocularon medios de agar sangre y agar Mac Conkey, los cuales fueron incubados
a 35°C en aerobiosis por 24 horas. En caso de observarse crecimiento de las
colonias compatibles con alguno de los microorganismos de interés, se realizó
una coloración de Gram para visualizar los cocos Gram positivos dispuestos en
pares, cadenas o racimos, según el género. Para la identificación de especie,
se utilizó el sistema automatizado VITEK® (BioMérieux),
empleando tarjetas GPI (por sus siglas en inglés, Gram Positive Identification). Además, se
efectuaron pruebas bioquímicas adicionales, como catalasa y oxidasa, cuando fue
necesario.
La determinación de la
susceptibilidad antimicrobiana, se realizó por el método de difusión en agar
(Kirby & Baüer), siguiendo los lineamientos del Instituto para la
Estandarización de Laboratorios Clínicos (CLSI) (9) y mediante la determinación de la concentración
inhibitoria mínima (CIM), utilizando las tarjetas GPS-112 (Gram positive susceptibility) en el
sistema automatizado VITEK®.
Para el control de calidad
de las pruebas de susceptibilidad, se utilizaron las cepas: S. aureus ATCC® 29213
sensible a meticilina y S. aureus
ATCC® 4330 resistente a meticilina; E. faecalis ATCC® 29212, sensible a vancomicina, y E. faecalis ATCC® 51299,
resistente a vancomicina.
Técnica de recolección de datos: se revisó la base de datos contentiva de los
resultados de todos los cultivos procesados en el centro de salud. Los datos
del estudio fueron registrados en un formato diseñado expresamente, en el cual
se registró la edad y sexo del paciente, categoría de edad, tipo de paciente,
servicio de atención médica, género y especie del microorganismo aislado y, por
último, la susceptibilidad antimicrobiana.
Aspectos bioéticos: puesto que no se procesaron directamente las
muestras clínicas obtenidas de los pacientes, sino que se revisó la base de
datos del CRB-SAHUM que contiene los registros de los resultados de todos los
cultivos procesados, no se necesitó el consentimiento escrito de los pacientes;
sin embargo, la dirección del centro autorizó efectuar la investigación.
Los resultados de las
pruebas y la información de los pacientes fueron codificados en acatamiento a
las normas de bioética internacionales para investigación, salvaguardando el
principio de confidencialidad de los pacientes.
Técnicas de análisis estadístico: para el registro de la información, la
determinación de los porcentajes de resistencia y sensibilidad a los
antibióticos; así como también, la frecuencia relativa de las diferentes
especies de cocos Gram positivos uropatógenos, se utilizó el programa WHONETTM,
versión 2020 (World Health Organization).
Para verificar la asociación entre las variables estudiadas (especie
bacteriana, sexo, edad, tipo de paciente, servicio de atención médica y
resistencia antimicrobiana), se utilizó el estadístico chi cuadrado o la prueba
exacta de Fisher, cuando fue necesario, considerando valores significativos con
p < 0,05. El análisis estadístico se realizó utilizando el paquete SPSS para
Windows®, versión 25.
Resultados
El total de urocultivos
procesados, urocultivos positivos y la frecuencia de aislamiento de cocos Gram
positivos uropatógenos por año, se presenta en la Tabla 1. Durante el periodo de estudio se procesaron 36.285
urocultivos, de los cuales, 10.058 resultaron positivos (27,92%). Los cocos Gram positivos presentaron una frecuencia
relativa de 5,52% (555/10.058), correspondiendo 57,66% a especies de
enterococos (320/555); 20,90% a estafilococos (116/555) y 21,44% a
estreptococos (119/555). Al analizar la frecuencia de los cocos Gram
positivos por año de estudio y género bacteriano, se demostró que las
diferencias observadas no resultaron estadísticamente significativas (p >
0,05).
Tabla 1. Urocultivos
procesados y positivos. Frecuencia de cocos Gram positivos uropatógenos.
Distribución por año. CRB-SAHUM. Maracaibo (2011-2015) (n=555).
Frecuencia |
Año |
||||
2011 |
2012 |
2013 |
2014 |
2015 |
|
Urocultivos positivos/Procesados (%) |
1604/5559 (28,85%) |
2511/8855 (28,35%) |
2349/8315 (28,25%) |
2109/7874 (26,78%) |
1485/5682 (26,14%) |
Cocos Gram positivos (%) |
35
(2,18%) |
160
(6,37%) |
147
(6,26%) |
150
(7,11%) |
63
(4,24%) |
Enterococcus
spp. (%) |
20 (57,14%) |
88 (55,00%) |
89 (60,54%) |
93 (62,00%) |
30 (47,62%) |
Staphylococcus spp. (%) |
8
(22,86%) |
43
(26,86%) |
30
(20,41%) |
19
(12,67%) |
16
(25,40%) |
Streptococcus
spp. (%) |
7 (20,00%) |
29 (18,14%) |
28 (19,05%) |
38 (25,33%) |
17 (26,98%) |
Entre los enterococos, las especies más prevalentes
fueron E. faecalis y E. faecium que se presentaron cada una
en el 48,44% de los casos (155 cepas); seguidas de E. gallinarum (1,56%; 5 cepas); las
restantes especies del género, se aislaron con una frecuencia inferior al 1%.
En relación con los estafilococos, S.
aureus, S. epidermidis y S. haemolyticus fueron las especies encontradas más
frecuentemente, correspondiéndoles el 61,21%; 12,07% y 10,74% de los
aislamientos, respectivamente; para las otras especies, el porcentaje fue menor
al 10%. Por su parte, S. agalactiae
fue la especie más comúnmente detectada del género Streptococcus (72,28%). En el 0,31% de los aislamientos de
enterococos; 8,62% de estafilococos coagulasa negativa (SC) y el 6,72% de los
estreptococos del grupo viridans no
se pudo lograr la identificación hasta el nivel de especie (Tabla 2).
Tabla 2. Cocos Gram positivos uropatógenos. Distribución
por género y especie. CRB-SAHUM. Maracaibo (2011-2015) (n=555).
Género |
Especie |
N º |
% |
Enterococcus |
E.
faecalis |
155 |
48,44 |
E. faecium |
155 |
48,44 |
|
E. gallinarum |
5 |
1,56 |
|
E. raffinosus |
2 |
0,63 |
|
E.
casseliflavus |
1 |
0,31 |
|
E. hirae |
1 |
0,31 |
|
Enterococcus
sp. |
1 |
0,31 |
|
Subtotal |
320 |
57,66 |
|
Streptococcus |
S.
agalactiae |
88 |
73,96 |
Grupo Viridans |
|
|
|
S. mitis |
9 |
7,56 |
|
S. grupo viridans |
8 |
6,72 |
|
S. anginosus |
5 |
4,20 |
|
S. pneumoniae |
4 |
3,36 |
|
S. sanguinis |
2 |
1,68 |
|
S. mutans |
1 |
0,84 |
|
S.
pyogenes |
2 |
1,68 |
|
Subtotal |
119 |
21,44 |
|
Staphylococcus |
S. aureus |
71 |
61,21 |
S. epidermidis |
14 |
12,07 |
|
S.
haemolyticus |
12 |
10,34 |
|
SCN |
10 |
8,62 |
|
S. hominis ss. Hominis |
3 |
2,59 |
|
S. saprophyticus ss. saprophyticus |
3 |
2,59 |
|
S. sciuri ss. Lentus |
2 |
1,72 |
|
S. cohnii ss. Cohnii |
1 |
0,86 |
|
Subtotal |
116 |
20,90 |
|
TOTAL |
|
555 |
100,00 |
Nº: número:
%: porcentaje; SCN: Staphylococcus coagulasa negativa
En general, las ITU por
cocos Gram positivos fueron más comunes en mujeres (61,08%) que en hombres
(38,92%); al considerar los diferentes géneros bacterianos involucrados se
observó una situación similar con predominio de mujeres con infección urinaria
por enterococos (55,94%) y estreptococos (85,71%); mientras que, los
estafilococos se repartieron equitativamente entre los dos sexos (50,00% para
cada uno) (Tabla 3). Las diferencias observadas en la prevalencia de los cocos Gram
positivos uropatógenos de acuerdo al sexo de los pacientes resultaron
estadísticamente significativas (p < 0,05).
Tabla 3. Cocos
Gram positivos uropatógenos. Distribución según sexo del paciente. CRB-SAHUM.
Maracaibo (2011-2015).
Género |
Sexo |
Total |
||||
Femenino |
Masculino |
|||||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
Enterococcus |
179 |
55,94 |
141 |
44,06 |
320 |
57,66 |
Streptococcus |
102 |
85,71 |
17 |
14,29 |
119 |
21,44 |
Staphylococcus |
58 |
50,00 |
58 |
50,00 |
116 |
20,90 |
Total |
339 |
61,08 |
216 |
38,92 |
555 |
100,00 |
Nº:
número: %: porcentaje
La edad promedio de los pacientes estudiados fue de
30,44 años con una desviación estándar (DS) de + 24,42 (rango: 0-93
años). La Tabla 4 expresa la distribución de los cocos Gram positivos uropatógenos
estudiados; observándose, en orden decreciente que, el mayor número de
aislamientos correspondió al grupo con edades comprendidas entre 21 y 30 años
(15,68%); seguido de los niños de 1 a 10 años (13,33%); menores de un año
(12,97%); el grupo de 11 a 20 años (11,71%); el de 31 a 40 años (11,53%) y el
de 61 a 70 años (10,99%). Para los grupos etarios remanentes, la frecuencia
encontrada estuvo por debajo del 10%. No se encontró asociación estadísticamente
significativa entre la presencia de cocos Gram positivos uropatógenos y la edad
de los pacientes (p > 0,05).
Tabla 4. Cocos Gram positivos
uropatógenos. Distribución según edad. CRB-SAHUM.
Maracaibo (2011-2015).
Grupo etario
(años) |
Género |
|||||||
Enterococcus |
Staphylococcus |
Streptococcus |
Total |
|||||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
<1 |
53 |
73,61 |
14 |
19,44 |
5 |
6,95 |
72 |
12,97 |
1-10 |
44 |
59,46 |
19 |
25,68 |
11 |
14,86 |
74 |
13,33 |
11-20 |
29 |
44,62 |
15 |
23,08 |
21 |
32,30 |
65 |
11,71 |
21-30 |
33 |
37,93 |
14 |
16,09 |
40 |
45,98 |
87 |
15,68 |
31-40 |
31 |
48,44 |
14 |
21,88 |
19 |
29,68 |
64 |
11,53 |
41-50 |
29 |
59,18 |
12 |
24,49 |
8 |
16,33 |
49 |
8,83 |
51-60 |
31 |
63,26 |
9 |
18,37 |
9 |
18,37 |
49 |
8,83 |
61-70 |
42 |
68,85 |
13 |
21,31 |
6 |
9,84 |
61 |
10,99 |
71-80 |
22 |
78,57 |
6 |
21,43 |
0 |
0 |
28 |
5,05 |
81-90 |
5 |
100,00 |
0 |
0 |
0 |
0 |
5 |
0,90 |
>90 |
1 |
100,00 |
0 |
0 |
0 |
0 |
1 |
0,18 |
Total |
320 |
57,66 |
116 |
20,90 |
119 |
21,44 |
555 |
100,00 |
Nº:
número: %: porcentaje
Al categorizar los pacientes
de acuerdo a la edad, se elaboró la Tabla 5 donde se evidencia que 65,68% de los episodios de
ITU por cocos Gram positivos correspondieron a pacientes adultos; 28,83% a
pacientes pediátricos y el 5,59% a neonatos. Las diferencias observadas entre
la frecuencia de los cocos uropatógenos según la categoría de edad del
paciente, no resultaron estadísticamente significativas (p > 0,05).
Tabla 5. Cocos Gram
positivos uropatógenos. Distribución según categoría de edad. CRB-SAHUM. Maracaibo (2011-2015).
Género |
Categoría de edad |
Total |
||||||
Neonato |
Pediátrico |
Adulto |
||||||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
Enterococcus |
20 |
6,25 |
99 |
30,94 |
201 |
62,81 |
320 |
57,66 |
Streptococcus |
2 |
1,68 |
26 |
21,85 |
91 |
76,47 |
119 |
21,44 |
Staphylococcus |
9 |
7,76 |
35 |
30,17 |
72 |
62,07 |
116 |
20,90 |
Total |
31 |
5,59 |
160 |
28,83 |
364 |
65,58 |
555 |
100,00 |
Nº: número: %: porcentaje
El análisis realizado demostró que las ITU causadas
por cocos Gram positivos, de cualquier género, provenían principalmente de la
comunidad, ya que fueron detectadas con mayor frecuencia de pacientes
ambulatorios (63,42%); mientras que, el 36,58% correspondió a casos
provenientes de pacientes hospitalizados (Tabla 6); diferencias que fueron estadísticamente
significativas (p < 0,05).
Tabla 6. Cocos Gram
positivos uropatógenos. Distribución según tipo de paciente. CRB-SAHUM. Maracaibo (2011-2015).
Género |
Tipo de Paciente |
Total |
||||||
Ambulatorio |
Hospitalizado |
|||||||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
||
Enterococcus |
181 |
56,57 |
139 |
43,43 |
320 |
57,66 |
|
|
Staphylococcus |
76 |
65,52 |
40 |
34,48 |
116 |
20,90 |
|
|
Streptococcus |
95 |
79,83 |
24 |
20,17 |
119 |
21,44 |
|
|
Total |
352 |
63,42 |
203 |
36,58 |
555 |
100,00 |
|
|
Nº: número: %: porcentaje
Al discriminar los urocultivos positivos para cocos
Gram positivos de acuerdo al servicio de atención al paciente se obtuvieron los
resultados mostrados en la Tabla 7, destacando que el mayor número de casos
correspondió a pacientes atendidos en los servicios de urología (93 casos;
16,67%); nefrología (67 casos; 12,07%); consulta externa y pacientes referidos
de otros centros de salud (51 casos para cada grupo; 9,19%) y medicina interna
(50 casos; 9,01%). Para el resto de los servicios, las prevalencias observadas
oscilaron entre 0,36 y 8,11%. Las diferencias observadas entre la prevalencia
de los cocos Gram positivos uropatógenos en relación con el servicio de atención
del paciente no tuvieron significación estadística (p > 0,05).
Tabla 7. Cocos Gram
positivos uropatógenos. Distribución según servicio de atención al paciente. CRB-SAHUM. Maracaibo (2011-2015)
(n=555).
Servicio |
Género |
|||||||
Enterococcus |
Staphylococcus |
Streptococcus |
Total |
|||||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
URO |
61 |
65,59 |
18 |
19,35 |
14 |
15,06 |
93 |
16,76 |
NEFRO |
33 |
49,25 |
12 |
17,91 |
22 |
32,84 |
67 |
12,07 |
CEXT |
21 |
41,18 |
12 |
23,53 |
18 |
35,29 |
51 |
9,19 |
OTROS |
28 |
54,90 |
10 |
19,61 |
13 |
25,49 |
51 |
9,19 |
MI |
35 |
7 0,00 |
13 |
26,00 |
2 |
4,00 |
50 |
9,01 |
PED |
35 |
77,78 |
7 |
15,56 |
3 |
6,66 |
45 |
8,11 |
GINECOB |
11 |
34,38 |
2 |
6,25 |
19 |
59,38 |
32 |
5,77 |
EMEP |
12 |
54,54 |
7 |
31,82 |
3 |
13,64 |
22 |
3,97 |
EMEA |
11 |
52,38 |
5 |
23,81 |
5 |
23,81 |
21 |
3,79 |
UCAI |
16 |
84,21 |
3 |
15,79 |
- |
- |
19 |
3,42 |
ARO |
7 |
38,89 |
2 |
11,11 |
9 |
50,00 |
18 |
3,24 |
UCIA |
9 |
69,23 |
3 |
23,08 |
1 |
7,69 |
13 |
2,34 |
TRIA |
2 |
18,18 |
6 |
54,55 |
3 |
27,27 |
11 |
1,98 |
DIA |
4 |
44,45 |
3 |
33,33 |
2 |
22,22 |
9 |
1,62 |
CIRPLA |
7 |
7,50 |
- |
- |
1 |
12,50 |
8 |
1,44 |
CIR |
3 |
42,86 |
4 |
57,14 |
- |
- |
7 |
1,26 |
NEO |
5 |
71,42 |
1 |
14,29 |
1 |
14,29 |
7 |
1,26 |
UCIP |
6 |
85,71 |
1 |
14,29 |
- |
- |
7 |
1,26 |
UTIN |
2 |
33,33 |
4 |
66,67 |
- |
- |
6 |
1,08 |
OBS |
4 |
80,00 |
1 |
20,00 |
- |
- |
5 |
0,90 |
CCV |
2 |
66,67 |
- |
- |
1 |
33,33 |
3 |
0,54 |
INNO |
2 |
66,67 |
- |
- |
1 |
33,33 |
3 |
0,54 |
ONC |
3 |
100,00 |
- |
- |
- |
- |
3 |
0,54 |
REUMA |
1 |
50,00 |
1 |
50,00 |
- |
- |
2 |
0,36 |
TRAUMA |
- |
- |
1 |
50,00 |
1 |
50,00 |
2 |
0,36 |
Total |
320 |
57,66 |
116 |
20,90 |
119 |
21,44 |
555 |
100,00 |
Nº: número: %: porcentaje; URO: Urología; NEFRO: Nefrología; CEXT: Consulta
externa; OTROS: Otros centros hospitalarios; MI: Medicina Interna; PED:
Pediatría; GINECOB: Gineco-Obstetricia; EMEP: Emergencia de Pediatría; EMEA:
Emergencia de Adultos; UCAI: Unidad de Cuidado al Indígena; ARO: Alto Riesgo
Obstétrico; UCIA: Unidad de Cuidados Intensivos de Adultos; TRIA: Triaje; DIA: Diálisis; CIRPLA: Cirugía Plástica; CIR:
Cirugía; NEO: Neonatología; UCIP: Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica;
UTIN: Unidad de Terapia Intermedia de Neonatología; OBS: Observación; CCV:
Cirugía Cardiovascular; INNO: Innocens; ONC: Oncología; REUMA: Reumatología; TRAUMA:
Traumatología.
La resistencia global de los
cocos Gram positivos uropatógenos se presenta en la Tabla 8; observándose que
estos microorganismos expresaron altos niveles de resistencia a eritromicina
(ERY 67,20%); rifampicina (RIF 56,39%); tetraciclina (TCY 55,86%); penicilina
(PEN 47,02%); levofloxacina (LVX 45,41%); norfloxacina (NOR 42,16%8) y
ciprofloxacina (CIP 35,83%); para el resto de los antibióticos probados, la
resistencia observada fue < 30%.
En orden de frecuencia, la
resistencia detectada para los enterococos fue: ERY (84,00%); RIF (82,30%); TCY
(61,30%); minociclina (MNO 58,20%); CIP (47,90%); NOR (47,90%); PEN (46,40%);
LVX (46,40%); ampicilina (AMP 45,40%); quinupristina/dalfopristina (QDA 40,30%); nitrofurantoina (NIT 34,50%);
cloranfenicol (CHL 18,20%); vancomicina (VAN) y teicoplanina (TEC) (11,60% cada
uno) y tigeciclina (TGC 3,40%). No se observó resistencia a linezolid (LNZ),
daptomicina (DAP); gentamicina alta carga (GEHLAR) y estreptomicina alta carga
(STRHLAR) (Tabla 8). Al aplicar el estadístico X2, las
diferencias observadas entre las cepas resistentes y sensibles a VAN resultaron
estadísticamente significativas (p<0,05). En conjunto, los enterococos se
mostraron más resistentes a los antibióticos y expresaron mayor diversidad de
perfiles de resistencia. El 15,32% de las cepas estudiadas se mostró
completamente sensible a todos los antibióticos probados; 8,71% expresó
resistencia a un solo grupo de antibióticos; 13,75% fue resistente a dos
familias de antimicrobianos y el 62,27% resultó multi-drogo
resistente (MDR); es decir, presentó resistencia a 3 o más grupos de
antibióticos (datos no mostrados).
Entre los estafilococos, la resistencia fue más
frecuente a PEN (97,10%); oxacilina (OXA) (76,50%); NOR (63,40%); ERY (64,20%);
(trimetoprim/sulfametoxazol) SXT (46,40%); CIP (39,30%); LVX (38,20%);
clindamicina (CLI) (29,20%); gentamicina (GEN) (27,70%); amikacina (AMK)
(26,00%); TCY (23,30%); CHL (5,80%) y NIT (2,30%). Todas las cepas se mostraron
completamente susceptibles a LNZ, VA, TEC, TGC, QDA, MNO y DAP (Tabla 8). Las
diferencias observadas en la susceptibilidad antimicrobiana entre las cepas de
estafilococos sensibles y resistentes a OXA fueron estadísticamente
significativas (p < 0,05). En el caso de moxifloxacina
(MFX), LNZ, VAN, TEC, QDA, TGC, DAP y MNO no se pudo calcular el estadístico
chi-cuadrado debido a que la susceptibilidad de las cepas fue una constante. El
27,59% de las cepas de estafilococos estudiadas resultó sensible a todos los
antibióticos probados e igual porcentaje mostró resistencia a un solo grupo de
antimicrobianos; mientras que, 22,41% expresó resistencia a dos clases de
antibióticos y el 22,41% se presentó como MDR (datos no mostrados).
Tabla 8. Cocos Gram positivos
uropatógenos. Porcentaje de resistencia
antimicrobiana. CRB-SAHUM. Maracaibo (2011-2015) (n=555).
Antibiótico |
Cocos Gram Positivos (n=555) |
Enterococcus (n=320) |
Staphylococcus (n=116) |
Streptococcus (n=119) |
PEN |
47,02 |
46,40 |
97,10 |
0 |
AMP |
26,12 |
45,40 |
ND |
ND |
OXA |
16,03 |
ND |
76,50 |
ND |
RIF |
56,39 |
82,30 |
8,40 |
33,30 |
CIP |
35,86 |
47,90 |
39,30 |
ND |
LVX |
45,41 |
46,40 |
38,20 |
50,00 |
MFX |
0,72 |
ND |
0 |
3,20 |
OFX |
0,54 |
ND |
ND |
2,80 |
NOR |
42,16 |
47,90 |
63,40 |
6,20 |
ERY |
67,20 |
84,00 |
64,20 |
25,50 |
CLI |
10,27 |
ND |
29,20 |
19,50 |
TGC |
1,98 |
3,40 |
0 |
ND |
NIT |
20,54 |
34,50 |
2,30 |
1,20 |
VAN |
6,67 |
11,60 |
0 |
0 |
TEC |
6,67 |
11,60 |
0 |
0 |
CHL |
12,25 |
18,20 |
5,80 |
2,80 |
QDA |
23,24 |
40,30 |
0 |
0 |
TCY |
55,86 |
61,30 |
23,30 |
73,30 |
MNO |
33,51 |
58,20 |
0 |
ND |
GEN |
5,77 |
ND |
27,70 |
ND |
AMK |
5,41 |
ND |
26,00 |
ND |
SXT |
10,81 |
ND |
46,40 |
4,70 |
PEN: Penicilina;
AMP:Ampicicilina; OXA: Oxacilina; RIF: Rifampicina;
CIP: Ciprofloxacina; LVX: Levofloxacina; MFX: Moxifloxacina;
OFX: Ofloxacina; NOR: Norfloxacina; ERY: Eritromicina; CLI: Clindamicina; TGC:
Tigeciclina; NIT: Nitrofurantoina; LNZ: Linezolid;
VAN: Vancomicina; TEC: Teicoplanina; CHL: Cloranfenicol; QDA: Quinupristina/Dalfopristina; TCY: Tetraciclina;
MNO: Minociclina; DAP: Daptomicina; GEHLAR: Gentamicina alta
carga; STRHLAR: Estreptomicina alta
carga; GEN: Gentamicina; AMK: Amikacina; SXT: Trimetroprim/Sulfametoxazol.
Los estreptococos fueron los microorganismos que
expresaron menos resistencia antimicrobiana (Tabla 8). La resistencia hallada
fue: TCY (73,30%); LVX (50,00%); RIF (33,30%); ERY (25,50%); CLI (19,50%); NOR
(6,20%); SXT (4,70%); MFX (3,20%); OFX (2,80%) y CHL (2,80%). Es
importante destacar que la susceptibilidad a PEN fue constante entre todas las
especies de estreptococos investigadas, incluyendo S. pneumoniae. En
consecuencia, para estos microorganismos no se pudo calcular el estadístico
chi-cuadrado para determinar asociación entre la susceptibilidad a PEN y la
resistencia a otros antimicrobianos. Ningún estreptococo resultó MDR; por el
contrario, la mayoría de los aislamientos (94,12%) mostró sensibilidad a todos
los antibióticos evaluados; solo el 5,04% de las cepas expresó resistencia a un
grupo de antibióticos y apenas el 0,84% exhibió resistencia a dos clases de
antibióticos (datos no mostrados).
Discusión
A nivel mundial, las ITU
representan un problema de atención médica importante, tanto para los pacientes
hospitalizados como para los provenientes de la comunidad (3,10-12). Debido a la elevada frecuencia y al costo
socio-económico de las ITU, numerosos estudios han investigado su incidencia y
prevalencia, así como también la susceptibilidad antimicrobiana de los
microorganismos causantes, encontrándose resultados similares a los hallazgos
de este trabajo (27,92%) en los reportes de Tayebi (13), que presentan una frecuencia de ITU de 23,70%.
Los porcentajes de
aislamiento de cocos Gram positivos uropatógenos encontrados (5,52%) son
inferiores a los expresados por otros autores, los cuales oscilan entre 6,33 y
70,29%) (10-19).
La amplia variación en las tasas de prevalencia de ITU se
puede explicar, en parte, por las diferencias en las poblaciones de estudio y/o
en los criterios usados por los centros para seleccionar las muestras para
urocultivo, la metodología empleada y los criterios de interpretación
utilizados (15).
Los
cocos Gram positivos identificados fueron similares a los detectados en otros
estudios en diferentes regiones geográficas (1-8).
Sin embargo, se han reportado diferencias en el tipo y la distribución de las
bacterias causantes de ITU, variaciones que pueden obedecer a diferencias en la
capacitación del personal que lleva a cabo el diagnóstico de laboratorio,
factores del hospedero, prácticas de higiene y las prácticas de salud en
diversas regiones geográficas y/o países. Debido a que la mayoría de las
bacterias que causan lTU son comensales de las
regiones perianal y vaginal, la higiene personal puede ser factor determinante
para su aparición; conjuntamente con la etnicidad, promiscuidad, embarazo,
nivel socioeconómico bajo y presencia de comorbilidades pueden también
contribuir al alto predominio de las ITU (4,13,19).
Los cocos Gram positivos constituyen una proporción
relativamente pequeña; pero creciente, de los patógenos causantes de ITU (10). Esta afirmación
encuentra sustento en los hallazgos de la presente investigación, en la que
estos microorganismos representan apenas el 5,52%. Diferentes investigadores
han expresado frecuencias ligeramente mayores, como Ren y col (10) (11%); Sohail y col (20) (16%); Al-Naqshbadi y col (21) (17,56%); Laksminarayana y col (17) (18,78%) y Anraei y col (22) (19,67%).
El incremento en la frecuencia de cocos Gram positivos
causantes de ITU es sorprendente y debe destacarse que datos sobre la
epidemiología de los microorganismos uropatógenos son muy importantes en las
regiones con escaso acceso a servicios de salud para el uso general de
antibióticos en la terapia empírica. De hecho, si se verifica el cambio de la
prevalencia de uropatógenos a cocos Gram positivos, esto podría ser un
obstáculo para la iniciación de un tratamiento adecuado de las ITU en las
comunidades donde no se realizan sistemáticamente exámenes bacteriológicos para
su diagnóstico (13,21).
Como ya se señaló anteriormente, las bacterias
grampositivas, incluyendo Enterococcus
spp., Staphylococcus spp. y Streptococcus agalactiae, son patógenos
importantes de ITU, particularmente entre personas de edad avanzada,
embarazadas, cateterizadas o que tienen otros factores de riesgo; sin embargo,
estas bacterias a menudo pueden ser contaminantes en el urocultivo, por lo que
su papel etiológico debe ser bien establecido (11,12). Aunque la prevalencia global de estos microorganismos
es similar, los patrones de distribución de los diferentes géneros y especies
bacterianas varían significativamente entre las distintas regiones y
localidades (21). Así, los resultados obtenidos muestran a los enterococos como los cocos Gram
positivos uropatógenos más prevalentes (57,66%) con predominio de E. faecalis y E. faecium con un 48,44% para cada especie; seguidas de los los estreptococos (21,44%) con S. agalactiae como la especie más comunmente
aislada (38,79%) y, en tercer lugar, se encuentran los estafilococos (20,90%),
siendo S. aureus la especie más
frecuente (61,21%). Observaciones similares fueron realizadas por otros autores
(10,20), quienes también detectaron preponderancia de las
especies de enterococos sobre los otros cocos Gram positivos, aunque con
porcentajes muy inferiores (2% a 15%), salvo Shreshta
y col (23) quienes refieren una frecuencia similar para estos
microorganismos (54,11%).
Según Nitzan (24), el aumento del
número de enterococos uropatógenos, podría obedecer al rápido incremento en la
cantidad de pacientes diabéticos; ya que la diabetes
mellitus es uno de los factores de riesgo importantes de ITU. Asimismo, el
aumento de la incidencia ITU por enterococos es alarmante; ya que la
resistencia a los antimicrobianos más comúnmente utilizados es una
característica típica de estas bacterias. Las ITU producidas por enterococos
son mucho más difíciles de tratar en comparación a las causadas por otras bacterias,
debido a su resistencia intrínseca a muchos antimicrobianos y al rápido
incremento de la resistencia adquirida (23).
Estudios efectuados en Iraq, Sudáfrica y Madagascar (22,25) señalan a los estafilococos como los cocos Gram
positivos uropatógenos más frecuentes, todos con S. aureus como patógeno principal, a excepción del trabajo de Al-Naqshbandia y col (21), el cual presenta
a S. haemolyticus como la especie más
común (49,36%). Laminarayana y col (17) indican que los
SCN son los cocos Gram positivos uropatógenos más frecuentes (52,90%); sin
embargo, en esta investigación, en conjunto este grupo de microorganismos
alcanza un 38,79% de frecuencia, ubicándose después de los enterococos,
estreptococos y S. aureus, siendo el orden de frecuencia: S. epidermidis (12,07%) > S. haemolyticus (10,34%) > S. saprophyticus (2,59%). Otro estudio
realizado en Irán (13) manifiesta que los estafilococos fueron en gran medida las bacterias
más comunes aisladas de muestras de orina (28,80%) afirmaciones coincidentes
con los resultados de Kline y col (12). Diferentes publicaciones (13,14), expresan tasas de prevalencia menores a
la hallada en esta investigación, correspondiendo 1,30% a Canadá; 4,10%-11,30%
a Irán y 14,30% a Etiopía.
Dentro del grupo SCN, S. epidermidis, uno de los estafilococos reportado más a menudo en infecciones nosocomiales, fue la especie más frecuentemente encontrada como agente causal de ITU. Por lo general, este microorganismo penetra en el tracto urinario a través de la uretra y reside en la piel o membranas mucosas, siendo aislado principalmente de pacientes con catéteres permanentes y casos complicados (26), aspecto que, por la naturaleza retrospectiva del estudio, no pudo ser analizado.
S. saprophyticus ha sido reportado como el segundo de los uropatógenos más
frecuentemente cultivados (26); éste es un patógeno prevalente durante el período de actividad sexual
en las mujeres. Aunque la transmisión sexual no ha sido definida como la ruta
principal de transmisión de este microorganismo, la actividad sexual frecuente
o reciente es un factor de riesgo importante. Según Rasamiravaka
y col (25) provoca el 18,69% de las ITU; mientras Jansaker
y col (27)
indican que es responsable de hasta el 10% de las ITU; no obstante, en este estudio, la
frecuencia encontrada alcanza sólo el 2,59%. El tiempo de división de este
patógeno es más largo que para otros agentes causales de ITU, por lo tanto, un
menor recuento de colonias pudiese ser el factor determinante de su bajo
porcentaje de aislamiento (26).
Tradicionalmente, S. aureus es
un aislado urinario relativamente raro, con una prevalencia de 5,5% (1). Estudios recientes han informado la
creciente prevalencia de este patógeno en infecciones urinarias,
particularmente, en aquellas asociadas con instrumentación mayor, por ejemplo,
cateterización vesical (15), observaciones concordantes con las de este trabajo donde S. aureus fue aislado en 71 casos entre
555 pacientes con ITU, lo que equivale a un 12,79% del
total. No obstante, al analizar estos resultados en base al género bacteriano,
esta especie representa el 61,21% de los aislamientos. Cabe destacar que una de
las limitantes de este estudio, es que, por su carácter retrospectivo, no se
tuvo acceso a la información de los pacientes en relación a los posibles
factores de riesgo asociados a ITU y no se pudo hacer distinción entre ITU de adquisición comunitaria y la infección urinaria
asociada a catéter.
La
literatura reporta que los estreptococos no son frecuentemente aislados; pero
siguen siendo uropatógenos clínicamente importantes, especialmente en sujetos
con anomalías del tracto urinario (26,28).
En este ensayo, los estreptococos fueron aislados en segundo lugar como agentes
productores de ITU (21,44%), porcentaje que supera el descrito por Rahman y col
(29),
quienes notifican una frecuencia de aislamiento del 15% para Streptococcus spp.
S. agalactiae se aísla de la
orina en, aproximadamente, el 2-5% de todos los casos con sospecha clínica de
ITU y la bacteriuria por este microorganismo ocurre durante el embarazo en
aproximadamente 1%-3,5% de los casos (10,13);
sin embargo, en el presente trabajo se detectó una prevalencia hasta ocho veces
superior para esta bacteria. Se ha demostrado que las cepas uropatogénicas
de S. agalactiae pueden unirse al uroepitelio de la vejiga humana y desencadenar respuestas
del hospedero como un medio para colonizar y causar inflamación en la vejiga.
La supremacía de las cepas uropatogénicas en
comparación con las no patogénicas ha sugerido que ciertos estreptococos pueden
poseer algunos factores de virulencia que ayudan a la colonización o
supervivencia en el tracto urinario. Debido a que este coco es extremadamente
heterogéneo a nivel genómico, para fines epidemiológicos, es importante
caracterizar las cepas que causan ITU (30).
S. grupo viridans, muy probablemente, no es uropatógeno
y se considera un contaminante en las muestras de orina; sin embargo, en casos
raros con síntomas clínicos obvios y defectos anatómicos urinarios, se pueden
diagnosticar como causa de ITU (16,31-34).
Por su parte, Pezeshki y col (31)
manifiestan haber aislado 4,4% de S.
grupo viridans de pacientes
diabéticos y no diabéticos en Irán durante un periodo de 10 meses. En esta
investigación, no se tuvo acceso a la historia clínica del paciente; por lo que
no se pudo evaluar la presencia o no de comorbilidades en la población
estudiada, lo que representa una limitante del estudio.
Si bien, las infecciones neumocócicas, especialmente
neumonía y meningitis, son bien conocidas, las infecciones urinarias producidas
por S. pneumoniae son raras (30,31), afirmación coincidente con los resultados obtenidos en
este estudio donde se encontró una prevalencia de 0,72% para estemicroorganismo.
S. pyogenes es uno de los
agentes infecciosos más comunes y ubicuos de los patógenos humanos. Causa un
amplio abanico de procesos infecciosos, siendo los más frecuentes la
faringoamigdalitis y el impétigo; sin embargo, no se asocia como agente causal
de ITU; en consecuencia, su aislamiento en el urocultivo debe hacer sospechar
la presencia de infección genital con este microorganismo (balanitis,
uretritis, vulvovaginitis) y así se debe notificar al médico prescriptor del
urocultivo para orientar un buen diagnóstico (26).
La mayoría de los aislamientos (61,08%) fueron obtenidos
de pacientes femeninas, diferencias que resultaron estadísticamente
significativas. Este hallazgo está de acuerdo con los estudios realizados por
numerosos autores, en los cuales las ITU son más frecuentes en las mujeres en
comparación con los hombres (11,13,14,17,18). Como ya se ha indicado previamente, la elevada
incidencia de infección entre las mujeres se relaciona con diferencias entre
los sistemas genitourinarios masculino y femenino en cuanto a la anatomía y
microflora (18). Además, la uretra y la vagina de la mujer pueden ser
traumatizadas durante las relaciones sexuales y las bacterias pueden ser
transportadas desde la uretra hasta la vejiga durante el embarazo y el parto (18). La alteración en
la microflora de la vagina permite la colonización por algunos microorganismos
que pueden conducir a ITU (18). La presencia de un ambiente más seco
en la uretra, la presencia de sustancias antimicrobianas en el fluido
prostático y una distancia más larga entre el ano y el meato uretral, hacen al
sexo masculino menos propenso a padecer una ITU (15). La mayor
incidencia de ITU en mujeres, también podría atribuirse a la menopausia y al
uso de anticonceptivos. Después de la menopausia, las mujeres experimentan una
disminución en los niveles de estrógeno, disfunción inmune sistémica o local y
algunas alteraciones de la fisiología o anatomía renal, favoreciendo la
aparición de ITU (10).
Las ITU fueron más frecuentes en pacientes adultos
(65,58%), de ambos sexos, con edades entre 20 y 50 años (47,75%), resultados
acordes a los informes de la literatura, según los cuales la alta incidencia de
ITU en estas edades obedece a que se trata de un grupo sexualmente muy activo,
en ocasiones promiscuo, lo que facilita la transmisión de los microorganismos
patógenos. Además, esta es la época en la que más comúnmente se abusa de los
antibióticos, lo que pudiese afectar negativamente el rendimiento de las
muestras en el cultivo o contribuir a la diseminación de la resistencia
antimicrobiana (13,14,18).
La mayoría de las solicitudes de urocultivo para
diagnóstico de ITU se originaron de los servicios de atención ambulatoria
(63,42%) ya que la mayoría de los casos provienen directamente de la comunidad
y, por extensión, sirven para descargar las unidades clínicas especializadas.
Es improbable que una ITU no complicada sea admitida en alguno de los servicios
del hospital. Este hallazgo es consistente con publicaciones (15) que reportan
hasta un 92% de muestras positivas de pacientes ambulatorios, correspondiendo
apenas 8% a pacientes hospitalizados; sin embargo, también señalan que el
rendimiento de muestras de pacientes hospitalizados fue más del triple que las
de los pacientes ambulatorios. Esto puede deberse a la presencia de
enfermedades primarias, algunas de las cuales comprometen la inmunidad de los
pacientes y el uso de dispositivos invasivos en el hospital, como catéteres
urinarios (15), aspecto que no fue evaluado en esta investigación. Por
su parte, Tayebi y su equipo (13) indican que,
entre las infecciones nosocomiales, actualmente conocidas como asociadas a la
atención en salud, las ITU representan una de las más importantes, expresando
un 23,70% de ITU adquiridas en el hospital en el año 2013 en Irán, porcentaje
menor al hallado en este estudio (36,58%). Según estos autores, los pacientes
hospitalizados con ITU provenían principalmente de los servicios de
infectología, medicina interna, UCI y gastroenterología; mientras que, en este
estudio, eran procedentes de los servicios de urología, nefrología, medicina
interna y referidos de otros centros de salud. Entre los pacientes
ambulatorios, la mayoría fue atendida en los servicios de consulta externa,
pediatría, ginecología y obstetricia y emergencia, tanto adulta como pediátrica.
En este estudio se evaluó la prevalencia y los patrones de
susceptibilidad antimicrobiana de cocos Gram positivos productores de ITU,
proporcionando valiosos datos de laboratorio sobre patógenos del tracto
urinario, permitiendo comparar la situación en Maracaibo con la de otras
regiones y/o países. La comparación entre los diferentes estudios relacionados
con la resistencia de los uropatógenos a diferentes agentes antimicrobianos
debe tener en cuenta los diferentes periodos en que se realizaron dichos estudios;
así como, los parámetros socioeconómicos, socio-epidemiológicos y clínicos de
la población objetivo; ya que los microorganismos y sus patrones de resistencia
varían de un hospital a otro, e incluso, de un servicio a otro en el mismo
hospital (3-5).
Los datos analizados muestran que, de los 26 antibióticos evaluados en
general, a Enterococcus spp. se les
probaron 19 y expresaron resistencia a 15, convirtiéndose en el género más
resistente, con un 78,95% de resistencia, especialmente a macrólidos, rifamicinas, tetraciclinas, fluoroquinolonas, estreptograminas, nitrofuranos, glicil-glicinas, e incluso, glicopéptidos. Por su parte, en
Staphylococcus spp. se evaluaron 22
antibióticos, observándose resistencia a 14 de ellos, ubicándose en segundo
lugar, con un 63,64% de resistencia y, en tercer lugar, se encuentran las
especies de Streptococcus, las cuales
fueron expuestos a 17 antibióticos, resultando resistente a 11, equivalente al
64,71% de resistencia. Resultados similares fueron expuestos por Al-Naqshbandia y col (21), quienes también presentan a los
enterococos como los cocos Gram positivos más resistentes; aunque los
antibióticos afectados eran diferentes. Sin embargo, estos autores, señalan a
los estafilococos como las bacterias más sensibles, observación que difiere de
los hallazgos de esta investigación, donde los estafilococos presentaron altos
niveles de resistencia antimicrobiana, sobre todo a los β-lactámicos, macrólidos, fluoroquinolonas y cotrimoxazol. Streptococcus spp. representan los
aislamientos menos resistentes en este estudio, con una buena sensibilidad a
todos los antibióticos probados, a excepción de TYC, RIF, ERY y CLI; lo cual es
comparable con los resultados comunicados por Ekwalor
y col (26).
De manera global, los cocos Gram positivos mostraron una tasa de
resistencia a AMP de 26,12%. Sus tasas de resistencia a las quinolonas fueron
altas, con 45,41% a LVX y 35,86% a CIP; mientras que la susceptibilidad a los
glicopéptidos se mantuvo alta (93,33%), resultados coincidentes con los
informes de la literatura extranjera (10,33,34). La presencia de resistencia a AMP
sugiere que la misma no debería emplearse para el tratamiento de ITU o que
debería aplicarse en combinación con otros fármacos (33). En la aplicación clínica, las
fluoroquinolonas son mucho más comunes; sin embargo, el presente estudio mostró
que los cocos Gram positivos presentan tasas importantes de resistencia a estos
antibióticos, con una resistencia cruzada significativa. Por lo tanto, las
fluoroquinolonas no deben recomendarse como terapia preferida sin obtener
resultados de pruebas de sensibilidad (1,2,5,6,10).
La presencia de resistencia a TYC, ERY, AMP y SXT observada en este
estudio puede reflejar el hecho que estos son antibióticos muy comúnmente
prescritos en el hospital y también los más fáciles de obtener en la comunidad
sin récipe. Los datos presentados en esta investigación son similares a los
obtenidos en otras investigaciones, mostrando un patrón cambiante en los tipos
de organismos que causan las ITU y su resistencia a muchos de los antibióticos
comúnmente disponibles, lo que lleva al uso de agentes más nuevos y más
costosos como las fluoroquinolonas, a los cuales también se ha observado una
elevada resistencia (8,10-12).
Entre los estafilococos, se obtuvo un elevado porcentaje de resistencia
a PEN (97,10%). Observaciones similares han sido hechas por diferentes autores
que han detectado 80-100% de resistencia a este antibiótico (10,17,31). La prevalencia de cepas de
estafilococos, tanto de S. aureus
como SCN, resistentes a OXA, en esta investigación fue elevada (76,50%), muy
por encima de la reportada por Lasamirayana y col (17) 2,5%-6,5%; Rasamiravaka
y col (25)10,23%; Mofolonrusho y col (34) 13,09%; Mihankhah
y col (16) 23%; y Pezeshki y col (21) 48,2%. Debido a su potencial para
adquirir MDR, las opciones terapéuticas se limitan cuando se encuentran ITU por
estafilococos con resistencia a OXA; por lo tanto, la actualización regular de
las guías terapéuticas con referencia a la sensibilidad es esencial (16). La detección rápida de un aislado
estafilocócico como resistente a OXA puede ayudar en el inicio oportuno de una
terapia adecuada basada en los datos de susceptibilidad locales. Esto, de
hecho, puede reducir el uso innecesario de antibióticos ineficaces. La
detección de mecA
por métodos moleculares o de su producto, la PBP2a por la prueba de
aglutinación con látex puede ser útil para este propósito, siempre que se
vuelvan más accesibles para los pacientes (34).
Las opciones terapéuticas disponibles para infecciones estafilocócicas
por cepas resistentes a OXA, incluyen los glicopéptidos (VA y TEC), DAP, LNZ,
TGC y QDA; antibióticos a los que todas las cepas uropatógenas se mostraron
completamente sensibles, lo que se corresponde con otros estudios en
diferentes regiones del mundo (10,17); sin embargo, existen algunos reportes de
cepas de estafilococos resistentes a vancomicina (16). Es importante destacar que todos estos
antimicrobianos alternativos son sumamente costosos y constituyen medicamentos
de reserva solo para infecciones graves. LNZ tiene la ventaja adicional de
estar disponible en formulación oral; aunque es muy eficaz contra las cepas
aisladas de orina in vitro, los datos
publicados sobre su uso en ITU son escasos (1-8).
En el presente estudio, se observaron altas tasas de resistencia contra
SXT (46,40%) que es uno de los fármacos empíricos de elección en ITU no
complicadas. De manera similar, se observaron elevados porcentajes de
resistencia contra los agentes antiestafilocócicos
comunes como ERY y CIP, siendo resistentes el 64,20% y el 39,30% de las cepas,
respectivamente. Los aminoglucósidos probados, fueron igualmente efectivos
contra los aislamientos analizados in
vitro, observándose una resistencia de 26% para AMK y 27,70% para GEN.
Estos, como cualquier otro aminoglucósido, son fármacos parenterales y no
constituyen la opción más segura en mujeres embarazadas y en ancianos. En
pacientes varones hospitalizados y en mujeres no embarazadas con funciones
renales normales, estos antibióticos pueden ser una alternativa importante
siempre que el organismo no sea susceptible a otros antimicrobianos menos
tóxicos (1-8).
Otra opción terapéutica importante es la NIT, la cual tuvo actividad
contra casi todos los aislamientos uropatógenos de estafilococos, incluidos los
resistentes a OXA, obteniéndose apenas un 2,30% de resistencia; por lo que ésta
parece ser un medicamento muy eficaz (20). Entre los agentes más nuevos, DAP es un agente prometedoramente efectivo
para la terapia de ITU y TGC necesita evaluaciones adicionales para su uso en
este tipo de infecciones; sin embargo, ya existen reportes de cepas resistentes
a estos antibióticos entre los estafilococos (1-8,10,26).
Los aislados clínicos de enterococos, principalmente de E. faecium (y muy rara vez de E. faecalis), han desarrollado cada vez
mayor resistencia a AMP. La resistencia de alto nivel a penicilinas se debe
principalmente a la hiperproducción de la PBP5, que tiene una baja afinidad
natural por las penicilinas y, además, capacidad para sustituir las funciones
de las PBP sensibles a los beta-lactámicos; pero también a mutaciones en el gen
pbp5 que implican una afinidad
todavía menor por las penicilinas. En este último caso, no hay hiperproducción
de la PBP5; pero las cepas presentan sustituciones de aminoácidos cerca del
sitio activo de las PBP que son las responsables del aumento de la resistencia.
En E. faecium es relativamente
frecuente encontrar cepas con estos mecanismos que son resistentes a
penicilina, ampicilina, amoxicilina-ácido clavulánico e imipenem (5-9). Los enterococos mostraron una moderada resistencia a AMP (45,40%),
valores superiores a los expresados por Mihankah y
col (16), quienes indican total sensibilidad a
este antibiótico (100%); mientras que, otros investigadores manifiestan una
mayor resistencia que alcanza hasta un 96% (31).
La actividad de CIP frente a enterococos es moderada y la resistencia de
alto nivel a fluoroquinolonas es frecuente entre los aislados clínicos. Las
nuevas fluoroquinolonas, MFX y gatifloxacina, tienen
una actividad ligeramente superior frente a enterococos; pero las cepas
resistentes a CIP son también, generalmente, resistentes a estas últimas (8,10-13). Para las fluoroquinolonas probadas, se encontró una resistencia de
47,90% a CIP y NOR; mientras que para LVX, fue de 46,40%. Estos valores son
coincidentes con las publicaciones internacionales que reflejan una resistencia
a este grupo de antimicrobianos que varía de 35,3% a 50%; aunque existen
autores que han encontrado una resistencia mucho más baja, como Pezeshki y col (21) que indican una resistencia de 20% a CIP
y de 29,6% a OFX; Rasamiravaka y col (25) señalan 11% de resistencia a CIP y Mihankhah y col (16) indican no haber encontrado resistencia a
este grupo de antibióticos. En contraste, Bhadan y
col (19) en India, publican 72% de resistencia
a NOR. De igual manera, Sohail y col (20)
refieren una resistencia en bloque de 83% a CIP, LVX y NOR.
La resistencia a NIT fue moderada (34,50%); coincidiendo con los
reportes de Mofolonrusho (34). Aislamientos con susceptibilidad
disminuida a NIT han sido confirmados por varios investigadores (1,6,8). Sin embargo, puesto que un gran
porcentaje de las cepas de enterococos productores de ITU en este estudio, permanecen
sensibles, esta puede constituir una alternativa excelente para la terapia
empírica, mientras se esperan los resultados de las pruebas de susceptibilidad (26).
En
esta investigación, la especie más frecuente de los estreptococos fue S. agalactiae. Dado que, hasta la fecha,
se creía que los aislamientos clínicos de este microorganismo eran,
universalmente, susceptibles a los B-lactámicos, la PEN ha sido el agente de
primera línea para la prevención y el tratamiento de las infecciones por S. agalactiae; sin embargo, se ha
informado la existencia de aislamientos con susceptibilidad reducida a PEN (30).Los
resultados obtenidos muestran que las cepas probadas fueron uniformemente
susceptibles a PEN, tal como lo reporta Piccinelli en
su investigación (30). En este estudio, se
encontró también resistencia, a tetraciclinas, fluoroquinolonas, macrólidos,
lincosamidas y fenicoles. La frecuencia de resistencia a macrólidos (25,50%) es
similar a la encontrada en los países occidentales, variando entre 11,5% y 32% (1-8,30).
Existen informes de hasta más de 50% de cepas de S. agalactiae resistentes a ERY y SXT (13),
los cuales discrepan de los resultados obtenidos en el presente estudio, donde
el 75% de las cepas analizadas se mostró sensible a ERY y el 95% lo fue a SXT.
El primer S. agalactiae resistente a
fluoroquinolonas se informó en 2003 en Japón; aunque, recientemente están
surgiendo cepas resistentes a las fluoroquinolonas en otros países. La tasa de
resistencia a LVX en estos aislamientos urinarios fue de 50,00%; muy superior a
la descrita en otras investigaciones (13).
En
relación a las especies de S. grupo viridans se encontró 42,90% de
resistencia a TCY y ERY; 8,30% de resistencia a CHL y 100% a SXT. Por su parte,
Pezeshki y col (21)
reportan una resistencia de 77,10% a GEN; 11,4% a CIP; 28% a OFX y 2,90% a NIT
en cepas uropatógenas de este grupo de estreptococos. Las dos cepas de S. pyogenes analizadas se mostraron
resistentes a ERY y TCY. No se encontraron publicaciones en relación a la
susceptibilidad antimicrobiana de aislamientos de S. pyogenes provenientes de orina.
El
desarrollo de MDR en pacientes con ITU se informó anteriormente en muchos
países (16,30,35);
sin embargo, los mismos no reflejan la proporción del problema ya que cubrieron
un número limitado de muestras y fármacos antimicrobianos probados (16,35-37).
Por lo tanto, se requiere una investigación exhaustiva para descubrir el
alcance del problema de MDR entre la población local (21).
En esta investigación, la MDR se detectó en el 62,27% de las cepas de
enterococos evaluadas y en el 22,41% de las de estafilococos; pero este
fenómeno no fue observado entre los estreptococos uropatógenos. Del total de
cepas estudiadas, 225 expresaron MDR, lo que equivale al 40,54%; porcentaje
similar al expresado por Tayebi y col (13) en
su estudio (47,8%) y otras investigaciones en otros países (25).
Porcentajes de MDR más elevados han sido descritos en otras publicaciones, las
cuales exponen hasta un100% de MDR, respectivamente (1-8).
La
resistencia a los antibióticos ha sido reconocida como consecuencia del uso y
abuso repetidos de antibióticos (37).
Las razones de este fenómeno alarmante pueden deberse a la administración
inadecuada e incorrecta de agentes antimicrobianos en terapias empíricas (38).
Estudios previos realizados en diferentes tipos de entornos dejan claro que el
medio ambiente desempeña un papel importante en la propagación de las bacterias
patógenas MDR (39). Desde Irán, se informó
que los pacientes adultos en UCI con sepsis tenían una mayor prevalencia de
bacterias MDR causantes de ITU (10).
Puesto que, las ITU causan niveles significativos de morbilidad en los países
desarrollados, las infecciones causadas por cepas MDR se han convertido en una
preocupación mundial (10).
Las
cepas MDR detectadas correspondieron a aislamientos de pacientes
hospitalizados, reforzando las afirmaciones de Tayebi
y col (13), quienes señalan una alta
incidencia de cepas MDR en la UCI y salas de enfermedades infecciosas, lo cual
podría ser atribuible al alto uso de agentes antimicrobianos en la UCI. El uso
continuado de antibióticos para el tratamiento de las ITU debe apoyarse en el
monitoreo de la susceptibilidad antimicrobiana para prevenir la propagación de
aislados resistentes y también eliminar el uso de antibióticos durante un
período prolongado (24).
No
se observó MDR en S. agalactiae; sin
embargo, se han reportado cepas con resistencia simultánea a fluoroquinolonas,
macrólidos y tetraciclinas (30).
La emergencia de cepas resistentes a
múltiples fármacos puede convertirse en una preocupación importante para la
salud pública. La aparición y expansión de linajes virulentos de S. agalactiae en las últimas cinco
décadas, el incremento en las tasas de resistencia a múltiples fármacos, la
variación geográfica de las cepas y la posibilidad de que aparezcan nuevos
clones virulentos asociados con diferentes infecciones, como las ITU, destacan
la necesidad de un monitoreo continuo de las poblaciones de este patógeno para
facilitar el desarrollo e implementación de estrategias preventivas (30).
La
tendencia mundial de tratar las ITU de forma empírica puede no funcionar bien;
ya que se ha documentado una disminución en las tasas de susceptibilidad para
la mayoría de los patógenos comunes en varias partes del mundo. Se han
justificado las mayores tasas de resistencia en los hospitales terciarios,
especialmente cuando se usan pacientes ambulatorios y hospitalizados para
recopilar datos, como es el caso en este estudio, debido a que los pacientes
hospitalizados padecen infecciones más complicadas y están expuestos a una
flora más resistente, o puede haber fallado la terapia anterior, todo lo cual
puede explicar el aumento de la resistencia observada (39).
Los datos epidemiológicos de los uropatógenos son muy importantes para
los países y las ciudades con poco acceso a los servicios de salud y a los
antibióticos empíricos de uso común. De hecho, si se verifica el cambio de
prevalencia de uropatógenos a cocos Gram positivos, esto podría ser un
obstáculo para el inicio de un tratamiento adecuado de las ITU en zonas donde
no se realiza sistemáticamente un examen bacteriológico, para compensar la
falta de sensibilidad de la prueba de nitrito urinario que no detecta bacterias
no productoras de nitrito, como los cocos Gram positivos (21).
Los resultados
obtenidos resaltan el incremento de la prevalencia de cocos Gram positivos como
agentes uropatógenos, cuya resistencia a los antimicrobianos podría convertirse
en un problema real para el tratamiento de las ITU en la localidad. De hecho, las
recomendaciones de tratamiento con antibióticos se basan en protocolos europeos
según sus tasas de resistencia. Además, en ocasiones, dependiendo del entorno,
se tratan sin ninguna prueba de susceptibilidad, debido a su costo, y esto
puede conllevar al fracaso terapéutico y al incremento de los porcentajes de
resistencia. Esta variación depende del área geográfica (diferente en los
países de África, Asia, Europa y Estados Unidos) y no es predecible, por lo
tanto, se requiere implementar la vigilancia permanente de la resistencia
antimicrobiana y deben proporcionarse las pautas para una estrategia de
tratamiento con antibióticos para limitar la progresión de la resistencia a
múltiples fármacos.
Conflicto de Relaciones y Actividades
Los
autores declaran que la investigación se realizó en ausencia de relaciones
comerciales o financieras que pudieran interpretarse como un posible conflicto
de relaciones y actividades.
Financiamiento
Esta
investigación no recibió financiamiento de fondos públicos o privados, la misma
fue autofinanciada por los autores.
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Contribución de los Autores:
CGMA, DLVJ, RMYJ y SCIV: conceptualización,
metodología, validación, análisis formal, investigación, recursos, curación de
datos, conservación de los datos, redacción-revisión y edición, visualización.
©2025. Los
Autores. Kasmera. Publicación
del Departamento de Enfermedades Infecciosas y Tropicales de la Facultad de Medicina.
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. Este es un artículo
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